La Audiencia de Alicante sentó ayer en el banquillo al profesor de inglés de un colegio público de la Marina Alta acusado de abusar de tres de sus alumnos durante las clases, cuando contaban entre siete y ocho años de edad. La Fiscalía le reclama penas que suman quince años de prisión por tres delitos continuados de abusos sexuales a menores de edad.

El acusado negó ayer los hechos y se declaró inocente de los abusos que se le imputan, pero los tres menores de edad testificaron ayer para reafirmarse en sus denuncias. Unas posturas que se han mantenido inmutables a lo largo de todo el proceso.

Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos ocurrieron durante los cursos lectivos 2011/12 y 2012/13 en lo que trabajaba como profesor de inglés en un colegio de la Marina Alta. En distintas ocasiones, mientras en clase se estaba proyectando una película, el procesado sentaba a uno de los niños sobre sus rodillas, introduciendo su mano en los genitales y haciéndoles tocamientos libidinosos. Un modus operandi que habría utilizado con hasta tres ocasiones distintas mientras el aula estaba a oscuras. Tres de los jóvenes alumnos habrían sufrido estos tocamientos en diversos momentos durante esos cursos.

Las declaraciones del acusado y las víctimas centraron la jornada de ayer, aunque la vista oral continuará durante otros dos días más. Además de las víctimas, declararon también las madres de dos de estos jóvenes.

Biombo

Según las fuentes consultadas por este diario, la sala estableció un sistema para que los dos menores no tuvieran contacto visual con ninguna de las víctimas, que testificaron ocultas detrás de un biombo. También está previsto la reproducción de las declaraciones que los tres menores realizaron en su día ante el juzgado cuando se denunciaron los hechos.

Para el juicio fue necesario que subiera un magistrado de otra sección, ya que la mayoría de los jueces que componían el tribunal ya se habían pronunciado sobre el fondo del asunto, al fallar que el acusado debería de ser procesado por los abusos de los tres menores. Para evitar su recusación y futuras nulidades del juicio, se apartaron del proceso.

El fiscal considera que se trata de tres casos de abuso sexual que se hicieron de manera continuada y para los que el acusado se prevalió de su condición de funcionario público para cometer los hechos. Además de la pena de prisión, el Ministerio Público también le reclama la inhabilitación absoluta durante diez años.