Los tiempos cambian y los ladrones de vehículos evolucionan con nuevas vías para conseguir coches de una forma más sencilla. Aunque las sustracciones de vehículos mediante el uso de la fuerza y medios electrónicos se mantienen y no tiene visos de desaparecer, la Policía ha detectado una modalidad delictiva que está en auge en el lucrativo negocio del tráfico ilícito de vehículos. La sustracción de coches que son adquiridos mediante renting se está disparando. Jurídicamente se considera un delito de apropiación indebida, igual que con los coches comprados mediante leasing y los alquilados, pero no deja de ser un robo de una forma astuta en la que la falsificación de documentos es clave para consumar el delito.
Para comprar coches de alta gama mediante renting utilizan a testaferros o personas con documentación falsa y en muchos casos no pagan ni siquiera la primera cuota. Los ladrones desaparecen el primer mes con el vehículo y lo preparan para venderlo con documentación falsa a un precio atractivo. De este modo, coches de 100.000 euros que apenas tienen kilómetros se pueden vender a la mitad de precio.
Según el último informe de criminalidad de Interior, Alicante registró el pasado año 1.022 sustracciones de vehículos y es la sexta provincia con más robos, por detrás de Madrid (6.348), Barcelona (5.132), Sevilla (1.490), Málaga (1.322) y Valencia (1.301). En todo el país fueron denunciados 26.008 robos de vehículos y la provincia con menos casos fue la de Soria, donde sustrajeron tres coches.
En el conjunto de delitos que se registran en la provincia de Alicante, el robo de vehículos sólo representa el 1,5 por ciento. Una cifra muy baja que además incluye muchas denuncias que son esclarecidas y se retiran días después de ser presentadas porque aparecen los coches, según la experiencia de la Policía Nacional.
A pesar del bajo porcentaje de robos respecto al parque móvil de vehículos, la Policía es consciente de la prioridad en la lucha contra el tráfico ilícito de vehículos y la Comisaría Provincial de Alicante ha triplicado en un año la plantilla del grupo de Crimen Organizado de la Brigada de Policía Judicial que persigue a estos ladrones. El grupo de Alicante es uno de los pocos especializados en España en tráfico ilícito de vehículos, junto a Madrid, Málaga y Algeciras. Lo forman nueve policías y el pasado año recuperaron más de cien vehículos robados y arrestaron a una cifra similar de personas vinculadas a estas sustracciones y a otros delitos como el tráfico de drogas.
Para la Interpol, el tráfico ilícito de vehículos afecta a todas las regiones del mundo y tiene claros vínculos con la delincuencia organizada y el terrorismo. Robar un vehículo supone para los delincuentes «un método de bajo riesgo para obtener beneficios».
El mercado negro de piezas de recambio es otra de las modalidades delictivas que combate la Policía. Existen grupos que compran coches dados de baja por siniestros y les instalan piezas de turismos sustraídos para comercializarlos. El robo de todoterrenos para transportar alijos de droga también es frecuente, aunque más en el sur de la península.
Rumanía, Bulgaria y Ucrania son tres de los países del Este donde acaban buena parte de los vehículos robados en España, aunque Italia también es punto de destino. El mercado norteafricano también es elegido por las bandas que se dedican a esta modalidad delictiva y por España pasan hacia ese continente vehículos robados por toda Europa, aunque el bloqueo de fronteras por el covid ha cerrado temporalmente esta posibilidad.
