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Al banquillo por hacerse pasar por policía durante un altercado de tráfico en la rotonda de la Universidad de Alicante

El fiscal acusa a una agente municipal, excuñada del procesado, de haber tratado de encubrirle después del incidente

Imagen de la rotonda de la Universidad donde ocurrieron los hechos que ahora han acabado ante un juzgado. Alex Dominguez

La Fiscalía de Alicante ha llevado al banquillo a un hombre acusado de hacerse pasar por policía durante una discusión de tráfico por un percance ocurrido en la rotonda de la Universidad. El Ministerio Público le acusa de un delito de usurpación de funciones públicas, por el que le reclama quince meses de prisión, según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario. El fiscal ha acusado también por estos mismos hechos a una excuñada del procesado, policía local en activo, por haber tratado presuntamente de encubrirle tras el incidente. Para ella se piden nueve de cárcel, así como una inhabilitación de dos años y tres meses para ejercer empleo o cargo público. La causa se encuentra en un juzgado de lo Penal de Alicante, que ahora deberá señalar un juicio por estos hechos ocurridos sobre las 21.35 horas del 20 de julio de 2020 en la avenida de la Universidad de Alicante.

La causa se abrió a raíz de la denuncia que presentó en la Comisaría de Alicante un hombre que aseguró que había sido perseguido por un coche por la avenida de la Universidad, conducido por una persona que le hacía señales para que parara y mostrando una placa de policía desde la ventanilla. El denunciante aseguraba que le había parecido algo extraño, porque el vehículo que le hacía esas señales no tenía ningún distintivo policial, ni él había cometido infracción alguna.

El altercado habría ocurrido en el momento en el que el denunciante se incorporó a la rotonda de la Universidad desde la autovía cuando venía desde Villafranqueza. Un vehículo que venía detrás, empezó a ponerse en paralelo al suyo y a hacerle señas desde la ventanilla para que se parara y tocando el claxon. El hombre había asegurado que dado lo raro de la situación optó por no hacerle ningún caso y continuar su marcha. Pero los hechos no acabaron ahí. 

Su perseguidor le adelantó y frenó bruscamente delante de él, para obligarle a que se detuviera, según relata el escrito de acusación de la Fiscalía. Pero el otro conductor pudo esquivarle y siguió en dirección a la Gran Vía, donde un semáforo en rojo le obligó a detenerse un poco más adelante. En este momento, su perseguidor se bajó del coche y fue hacia su vehículo, mientras le grita «que soy policía, ¿no le he dicho que se pare?», llegando a apoyar una placa sobre el cristal. El otro conductor, atemorizado por lo que pudiera pasarle, bloqueó los seguros de las puertas, para que no se pudieran abrir desde el exterior y, en cuanto se abrió el semáforo, prosiguió el recorrido al tener dudas de que su perseguidor realmente fuera agente de la autoridad. 

El viaje prosiguió por las calles de Alicante y el otro coche continuó siguiéndole y haciendo señales al otro vehículo que se parara. Una persecución que paró en el momento en que se dio cuenta de que el otro conductor se estaba dirigiendo a la Comisaría de Alicante. Relata el fiscal que fue en ese momento cuando cambió de dirección y le dejó marchar. El hombre entró a las dependencias policiales para contar lo que le acababa de ocurrir, donde se abrió una investigación para tratar de averiguar quién era el supuesto falso agente. Para ello contaban con un dato preciso, en la denuncia el hombre había aportado los datos del modelo del coche y la matrícula del perseguidor.

Comparecencia en Comisaría

Mientras los agentes estaban haciendo gestiones para identificarle, se personó en la Comisaría una agente de la policía local para asegurar que era excuñada del ahora acusado y que iba de copiloto en el coche en el momento del altercado, La mujer aseguró que habían presenciado cómo el otro conductor había realizado una maniobra arriesgada y había solicitado a su excuñado que le parara y que la placa usada era la suya. Según su versión, ella no podía identificarse en ese momento, porque estaba muy alterada por lo ocurrido y estaba hablando por teléfono mientras pasaba todo, por lo que había pedido a su cuñado que lo hiciera en su lugar. La Fiscalía no ha dado credibilidad a su versión y considera que lo único que pretendía era tratar de eximir a su familiar de cualquier responsabilidad penal que hubiera podido cometer por hacerse pasar falsamente por un agente de la autoridad.

El Ministerio Público acusa al falso agente de un delito de usurpación de funciones públicas por el que le reclama 15 meses de prisión; así como otros nueve meses a la agente de policía local por un delito de encubrimiento. En el escrito de acusación no se hace alusión a la posible infracción o maniobra arriesgada que pudo hacer el otro conductor para que el coche del acusado comenzara a perseguirle por la avenida. Desde el Ministerio Público se entiende que esta actuación no tuvo nada que ver con la seguridad vial, sino que se trató de un conflicto particular entre los dos conductores. Incidente que ha acabado en los tribunales y donde se pide que los dos acusados paguen las costas del proceso.

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