Acepta 21 meses de cárcel por cobrar 16 años la pensión de su abuela muerta en Alicante

Un acusado de estafar más de 119.000 euros a la Seguridad Social al haber estado cobrando durante más de 16 años la pensión de su abuela tras su fallecimiento se declaró ayer culpable en el juicio celebrado en la Audiencia de Alicante y aceptó cumplir una pena de 21 meses de prisión e indemnizar al Instituto Nacional de Seguridad con unos 44.000 euros, importe que resta por abonar del total defraudado. El Banco Bilbao Vizcaya (BBVA) también aceptó ser declarado responsable civil subsidiario de la indemnización por no haber comprobado que la pensionista estaba viva.

El procesado, que también deberá pagar una multa de 900 euros, eludirá el ingreso en prisión si cumple con el compromiso de pagar en cuatro año la indemnización y si no vuelve a delinquir en el mismo periodo, según adelantó en la sala de vistas el presidente del tribunal de la Sección Primera.

La Fiscalía solicitaba inicialmente una pena de tres años y medio de prisión para el procesado por un delito de estafa continuado, aunque antes del inicio del juicio se alcanzó un acuerdo de conformidad entre la Fiscalía y la abogada del Instituto Nacional de Seguridad Social y el abogado del BBVA y la abogada de la defensa, Alicia Grau Córdoba, del despacho de Francisco Miguel Galiana Botella.

Reparación del daño

Por ello, el acusado se declaró culpable y las acusaciones rebajaron la pena a un año y nueve meses de prisión al aplicar la atenuante de reparación del daño muy cualificada.

Antes del juicio, el procesado consignó en la cuenta judicial 41.560 euros y se comprometió a pagar a partir de mayo 44.227 euros en 48 mensualidades de 921 euros cada una.

El importe total ingresado tras la muerte de la abuela del acusado ascendió a 119.817 euros, de los cuales quedaba por devolver al INSS un total de 85.787 euros, ya que el BBVA pagó los últimos años cobrados, como estipula la ley.

Los hechos enjuiciados ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Alicante fueron descubiertos a principios de 2017. La abuela del acusado murió el 13 de marzo de 2000 y cobraba una pensión de jubilación a cargo de la Tesorería de la Seguridad Social que era abonada en una cuenta bancaria. En dicha cuenta, además de la pensionista, era cotitulares el acusado y su primo, aunque el primero era quien se encarga de su gestión.

Según el escrito de acusación de la Fiscal, hasta el mes de enero de 2017 el Instituto Nacional de Seguridad Social no tuvo conocimiento del fallecimiento de la mujer y durante casi 17 años estuvo abonando la pensión en la cuenta de la que eran cotitulares sus nietos, uno de los cuales dispuso indebidamente durante ese periodo del dinero de su abuela fallecida.

Según la Fiscalía, el BBVA no cumplió su obligación de control de pervivencia de la pensionista, tal que como se establece en el reglamento general de la Seguridad Social.

Una llamada rutinaria del BBVA a un primo del acusado de estafar al INSS durante más de 16 años destapó el fraude. La entidad bancaria contactó con el primo del procesado, que reside en Madrid, por un algún asunto relacionado con la cuenta bancaria donde ingresaban la pensión de la abuela. Así descubrieron de forma casual que había muerto en marzo de 2000 y que su primo de Alicante era quien gestionaba la cuenta.