Una planta milagrosa que desapareció misteriosamente hace 2.000 años ha sido identificada en la actual Turquía, con otro nombre, pero con las mismas propiedades. Reúne en una sola especie las propiedades medicinales de media docena de plantas y puede revolucionar la farmacología.

Una planta medicinal mediterránea considerada una panacea, que desapareció misteriosamente hace 2.000 años, podría seguir existiendo, según un estudio de la Universidad de Estambul.

Esta investigación descubrió en 2021, en tres lugares de Anatolia, la actual Turquía, una especie de planta conocida como férula drudeana que se parece a la antigua planta Silfio.

Silfio es una planta extinta desde principios de nuestra era, semejante a la asafétida, muy valorada en la antigüedad en la zona mediterránea por su resina natural, que se usaba especialmente como especia, perfume, afrodisíaco, anticonceptivo y medicina.

La planta valía para tratar diversos problemas de salud, incluidos el bocio, la ciática (dolor de los nervios), el dolor de muelas, los trastornos intestinales, los trastornos hormonales, la epilepsia, el tétanos, los pólipos (crecimiento anormal de los tejidos) y los tumores malignos, según informa National Geographic.

Las mismas sustancias químicas de esta planta se encuentran en el romero, la bandera dulce, la alcachofa, la salvia y el gálbano, otra planta de Ferula. "Es como si combináramos media docena de plantas medicinales importantes en una sola especie", afirma el protagonista de esta investigación, Mahmut Miski, profesor del Departamento de Farmacognosia de la Facultad de Farmacia de la citada universidad.

Registros históricos

Sus tallos se comían como verdura, mientras que las raíces se consumían crudas. La planta también se usó para conservar lentejas, según mostraron los registros históricos.

Muchos investigadores han pensado que la sobreexplotación llevó a esa planta a la extinción, pero también se sospecha que los cambios ambientales inducidos por la actividad humana podrían haber estado involucrados en su desaparición.

La deforestación y la desertificación generalizadas que asolaron la ciudad de Cirene, la más antigua de las colonias fundadas por los griegos (actualmente el este de Libia) pueden haber llevado a la desaparición de Silfio, según algunos estudios.

Miski cree que la férula drudeana que crece en la actual Turquía es la escurridiza planta antigua. Descubrió que tiene similitudes con la planta Silfio, ya que sus propiedades se alinean con textos botánicos antiguos e imágenes de las plantas utilizadas en monedas griegas antiguas.

Las representaciones de silfio en las monedas sugieren que las hojas estaban dispuestas una frente a la otra, algo que rara vez se observa con las otras especies de Ferula, excepto con la especie Ferula drudeana, destaca Miski.

Similitudes sorprendentes

Ambas plantas, por lo demás, tienen las mismas raíces gruesas y ramificadas, flores amarillas y ambas manifiestan poderosos propósitos medicinales.

La Ferula drudeana tiene compuestos anticancerígenos y propiedades antiinflamatorias, así como las que se sabe que se encuentran en el Silfio.

Aunque la férula drudeana se encuentra a unos 1.200 kilómetros de donde se originó, Miski afirma que se encontró en dos lugares de Turquía que fueron el hogar de los antiguos griegos hace miles de años.

Las únicas imágenes de la antigua Silfia se encontraron grabadas en monedas griegas antiguas encontradas en Cirene, que los expertos creen que se debió al valor de la planta: tenía el mismo valor que la plata.

Los historiadores han buscado la escurridiza planta durante cientos de años, pero todos se dieron por vencidos y creyeron que se había consumido hasta su extinción. Ahora podría revolucionar la farmacología y la farmacognosia, el estudio de medicamentos derivados de fuentes naturales.

Fines medicinales

Solo cuando Miski tropezó con varias férulas drudeanas en una montaña turca hace 40 años se reabrió el caso. Al analizar la raíz, Miski determinó que tenía 30 metabolitos secundarios dentro de la férula que tienen fines medicinales.

Mientras Miski estudiaba las plantas, se encontró con pastores que le explicaron que las ovejas y las cabras son particularmente voraces de las hojas de esta planta, algo que también escribió Plinio.

Plinio escribió que las ovejas y las cabras pastaban donde crecía el silfio. Las ovejas se durmieron después de consumir el tallo, mientras hacían estornudar a las cabras.

De todas formas, esta investigación no puede considerarse concluyente porque no existe ningún espécimen de la planta silfio: sin una coincidencia de ADN, es imposible confirmarlo completamente.

Pero aún hay esperanza. Lisa Briggs, investigadora postdoctoral en el Museo Británico, dijo a National Geographic que la recuperación de los restos de la planta antigua podría ayudar a resolver el misterio. Una forma de hacerlo es buscando naufragios.

Referencia

Next Chapter in the Legend of Silphion: Preliminary Morphological, Chemical, Biological and Pharmacological Evaluations, Initial Conservation Studies, and Reassessment of the Regional Extinction Event. Mahmut Miski. Plants-Basel. 2021 Jan 6;10(1):102. DOI: 10.3390/plants10010102.