Los astrónomos han descubierto, a 1.560 años luz de nuestro planeta, el agujero negro más cercano a la Tierra. No emite rayos X ni “devora” lentamente a su estrella. Es 10 veces más masivo que nuestro Sol y se encuentra a la misma distancia de su estrella que la Tierra del astro rey.

Astrónomos del NOIRLab (Laboratorio Nacional de Investigación para la Astronomía Óptica-Infrarroja), de Estados Unidos, descubrieron el agujero negro más cercano a la Tierra, mediante las instalaciones ubicadas en Hawái del Observatorio Internacional Gemini. Tal como informamos en otro artículo, Gaia BH1 integra un sistema binario que ya había sido identificado en septiembre pasado, pero ahora los científicos han confirmado su ubicación y características de forma concluyente.

El nuevo estudio, liderado por Kareem El-Badry, investigador del Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian y el Instituto Max Planck de Astronomía, ha sido publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Según una nota de prensa, es la primera detección inequívoca de un sistema con estas características y ubicación en la Vía Láctea: incluye una estrella parecida al Sol y un agujero negro de masa estelar. 

Agujeros negros inactivos 

Los agujeros negros son los objetos más extraños y extremos del Universo: en el caso de los agujeros negros supermasivos, se sabe que se ubican en los centros de todas las galaxias de dimensiones considerables y que presentan una masa del orden de millones o decenas de miles de millones de masas solares. Pero también existen los denominados agujeros negros de masa estelar, que pesan aproximadamente de 5 a 100 veces la masa del Sol. 

Estos agujeros negros son mucho más comunes: se estima que existen 100 millones únicamente en la Vía Láctea. Sin embargo, hasta el momento solo se han confirmado algunos pocos casos, y prácticamente todos se encuentran "activos". Esto significa que brillan intensamente en rayos X, al mismo tiempo que consumen material de su estrella compañera cercana. Por el contrario, Gaia BH1 es un agujero negro inactivo: no emite rayos X ni “devora” lentamente a su estrella. 

Este agujero negro inactivo es aproximadamente 10 veces más masivo que el Sol y está ubicado a unos 1.560 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Ofiuco. Su localización lo vuelve tres veces más cercano a nuestro planeta que el poseedor del récord previo, un agujero negro activo dentro de un sistema binario ubicado en la constelación de Monoceros. 

Mediciones precisas y datos concluyentes

Además de su cercanía a la Tierra, el sistema binario que integra Gaia BH1 es especialmente atractivo para los científicos por sus inusuales características. Según los investigadores a cargo del nuevo estudio, si se tomara el Sistema Solar y se colocara un agujero negro donde está el Sol y, al mismo tiempo, se trasladara al Sol donde se encuentra la Tierra, crearíamos una copia exacta de este nuevo sistema identificado. 

Es que Gaia BH1 se encuentra prácticamente a la misma distancia de su estrella que la Tierra del Sol, y precisamente la estrella que lo acompaña es muy similar a nuestro astro rey. Aunque se han registrado otras detecciones de sistemas con estas condiciones en el pasado, casi todos estos descubrimientos han sido refutados posteriormente. En consecuencia, se trata de la primera detección inequívoca de una estrella similar al Sol que mantiene una amplia órbita alrededor de un agujero negro inactivo, como Gaia BH1, en nuestra galaxia. 

Aunque el equipo de científicos identificó originalmente que el sistema albergaba potencialmente un agujero negro, mediante el análisis de datos de la nave espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), posteriormente recurrió al instrumento Gemini Multi-Object Spectrograph, en Gemini North, para explorar el sistema con más detalle. Así lograron una medición precisa del período orbital de la estrella compañera y determinaron fehacientemente que el objeto que la acompaña es un agujero negro inactivo de masa estelar.

Referencia

A Sun-like star orbiting a black hole. Kareem El-Badry et al. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (2022). DOI:https://doi.org/10.1093/mnras/stac3140