La Universidad de Alicante ha puesto en marcha un estudio sobre "Hábitos nutricionales y culinarios para empoderar a las familias hacia la sostenibilidad: N-CHEFS", para poder comprobar si la intervención culinaria-nutricional en las familias reduce el riesgo de obesidad y puede aumentar la adhesión a una dieta saludable y sostenible.
La Facultad de Ciencias de la Salud invita a participar en el estudio N-CHEFS a familias con hijos entre 9 y 14 años que tengan malos hábitos alimentarios o exceso de peso, tanto de Alicante como de Madrid y de Pamplona para realizar comparativas.
En las últimas décadas, la obesidad se ha convertido en uno de los problemas más importantes de salud pública ya que se relaciona con la aparición de múltiples enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
También se asocia con consecuencias en la edad infantil y adulta, que incluyen problemas físicos, emocionales y sociales.
Ultraprocesados
Según explica la dietista-nutricionista de la UA, Ana Zaragoza, "aunque en los últimos años se ha constatado un incremento en el conocimiento e información que recibe la población sobre la importancia de la alimentación para llevar una vida saludable, todavía existe una elevada prevalencia de sobrepeso u obesidad y un alto consumo de alimentos no saludables".
Entre otras causas, la falta de conocimiento y la escasez de tiempo facilita un incremento en el consumo de platos que requieren poca elaboración, incluyendo alimentos ultraprocesados. "Además, resulta un reto mayor conseguir que los menores de edad consuman cinco raciones al día de frutas y verduras", algo que se debe, entre otros motivos a que a veces "los padres piensan que les van a decir que no", añade Zaragoza.
Actuación
El estudio se llevará a cabo durante seis meses de manera simultánea en diferentes ciudades españolas como Pamplona, Madrid y Alicante, para poder comparar los efectos de esta intervención a nivel nacional.
En Alicante cuenta con la participación de los investigadores de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Alicante Ana Zaragoza, Miriam Sánchez, José Antonio Hurtado e Itciar Martín.
"Se cree que una de las principales barreras por la que no se adquieren patrones alimenticios saludables es la falta de confianza y de habilidades culinarias en las familias. Por ello, se busca combinar una intervención culinaria con una educación nutricional ya que las familias (padre o madre/ hijo o hija) trabajarán en la cocina con un chef y una dietista-nutricionista”, explica Ana Zaragoza. En este sentido, la Universidad acogerá una vez al mes durante medio año la sesión con el chef, lo que también supondrá un entretenimiento para las familias.
Los participantes podrán aprender de la mano de profesionales diversos conceptos alrededor de la alimentación. Desde la importancia de la planificación para comer de forma saludable hasta conocer la temporalidad de los productos que se consumen, ya que se busca mejorar los hábitos alimentarios de las familias como medida de medicina preventiva.
Los interesados, pueden contactar enviando un correo electrónico a: nchefs.alicante@gmail.com
Obejtivo
El proyecto N-CHEFS pretende poner en práctica un modelo de intervención culinaria-nutricional en familias, con el objetivo de reducir el riesgo de obesidad y aumentar la adhesión de una dieta saludable y sostenible.
La tradición y cultura gastronómica en la Comunidad, así como la abundante disponibilidad de alimentos vegetales de origen local basados en la dieta mediterránea, hacen que esta comunidad sea un enclave idóneo sobre un estudio que mejore los hábitos nutricionales y culinarios en las familias y que tenga un gran impacto en el peso corporal y el medio ambiente.
El proyecto permite que tanto los adultos como los menores se involucren en los hogares de forma conjunta en la cocina
"Esto permite que tanto los adultos como los menores se involucren en los hogares de forma conjunta en la cocina y todo lo que ello conlleva como la compra de alimentos y planificación semanal".
Asimismo, existe cada vez más evidencia que demuestra la importancia de "inculcar prácticas que protejan el medio ambiente, incluyendo el consumo de alimentos locales y de temporada, así como una planificación que permita minimizar el volumen de desperdicios, una adecuada gestión de las sobras de alimentos, y una reducción del plástico que se producen en los hogares", explican desde la UA.
Este estudio pretende asentar las bases de un futuro proyecto, a la espera de financiación europea, en el que los datos se podrían recoger a una mayor escala gracias a la participación de siete países del viejo continente.
