La oposición en Orihuela ha pedido a la alcaldesa una comisión investigadora del área de Contratación a raíz de la noticia difundida ayer por este diario sobre la adjudicación directa por parte del Ayuntamiento de obras por valor de 120.000 euros en el último año y medio -según fuentes munici-pales- a una empresa cuyos administradores mancomunados son a su vez socios en otra firma del edil de Juventud, José Manuel Cutillas, con el añadido de que las empresas comparten sede social en La Murada. Este periódico intentó ayer contactar Mónica Lorente, sin éxito.

Antonia Moreno recordó que "desde el PSOE venimos advirtiendo de las irregulares contrataciones "a dedo" de este Ayuntamiento y quizá ha llegado el momento de pedirle a la alcaldesa una comisión especial de investigación que aclare lo que está pasando en este y en otros casos. Imagínense lo que estarían diciendo Lorente y David Costa (edil de Contratación) si esto estuviera pasando con otro partido político". El portavoz de Centro Liberal (CLr), Joaquín Ezcurra, consideró que el asunto requiere "una explicación detallada, con expedientes sobre la mesa, por parte de la alcaldesa, acerca de esas sospechosas adjudicaciones a dedo en La Murada", pero apuntó que "no es más que otro eslabón de una larga cadena de amiguismo y compadreo dentro del área de Contratación en el que cuñados, primos, amigos de concejales y compañeros del PP, son los grandes beneficiarios de las adjudicaciones". Añadió que "me temo que nos encontraremos muchas sorpresas". Manuel Culiáñez, edil de Los Verdes (LV), dijo que "esto sólo tiene una palabra: caciquismo. En Orihuela se sabe que hay empresas amigas que reciben contratos, y saldrán más. Esta gente confunde lo que no es ilegal con lo que es ético, y llevan 20 años haciendo lo mismo. La media dedicación no es excusa para que adjudiquen obras a sus socios y es muy llamativo que sea en la partida rural de la que es pedáneo". Moreno añadió que "dedicarse a la política es una vocación y ser empresario una profesión. Unir el servicio a los ciudadanos con el enriquecimiento personal es, cuanto menos, una grosería. Venimos a la política a mejorar la vida de la gente y no la nuestra y este tipo de conductas hace mucho daño a la imagen de la institución y a la de quienes la representamos".