La heroicidad -llevada con modestia- de Daniel Cutillas, el vecino de Benferri que sacó a sus sobrinos de la casa familiar en llamas el jueves, va a tener una recompensa que, aunque no eclipsará el hecho de que se ha perdido gran parte del mobiliario y de la estructura de la vivienda, supondrá una ayuda.

El alcalde del municipio, el socialista Luis Vicente Mateo, ultimará mañana en una reunión con su equipo de gobierno el modo en que tiene pensado ayudar a esta familia de cinco hijos, cuatro de ellos en paro: "Tendré un encuentro con la dueña de la casa (abuela de los niños, madre de Daniel Cutillas) para que me traslade sus necesidades más urgentes, pero mi idea es plantear que al joven, como está en paro desde hace meses y está trabajando en la casa poniendo tabiques nuevos, le podamos dar como contratado por el Ayuntamiento mientras está allí trabajando".

Mateo da casi por hecho el contrato, aunque tendrá que pasar por determinados trámites municipales, y subraya que "mucha gente del pueblo se ha volcado con ellos, ha ayudado a sacar escombros a la familia".

El alcalde ya mandó "a una pareja de empleados municipales" el viernes para ayudar a desescombrar la vivienda, pero ahora amplía su colaboración con la familia. No está prevista ninguna acción concreta desde la Concejalía de Bienestar Social, pero según Luis Vicente Mateo "el Ayuntamiento les va a eximir del pago del permiso de obra para reconstruir las habitaciones", que han quedado devastadas por el fuego, dado que la vivienda (en el 11 de la calle Zacapín) estaba construida en parte con cañizo y madera sobre las paredes.

"Ningún gasto"

Además, y según señaló ayer el alcalde de Benferri, negociará con la empresa que ha suministrado el contenedor de escombros -que ahora se sitúa frente a la casa a rebosar de muebles, colchones o puertas- que no se cobre su alquiler a la familia, "que no se les pase ningún gasto".

La familia vivió un jueves accidentado que por suerte se saldó sin heridos. Según informó el Consorcio de Bomberos, la tragedia se pudo evitar porque Daniel Cutillas sacó de la casa a sus tres sobrinos: la pequeña Jenifer de la cuna, y a Kevin y Noé, de tres y cinco años, también en brazos. Al final, afortunadamente, la quemadura en una mano y la inhalación de humo cuando descubrió junto a su madre el fuego quedaron casi en la anécdota.