No se preocupe. Si usted se acerca a Orihuela no va a ver sangre ni, mucho menos, una nariz cortada, aunque documentos antiguos que han salido a la luz aseguran que en los alrededores de la Catedral se produjo una pelea entre dos miembros de familias reales en el transcurso de la cual uno perdió el apéndice nasal. Historias como ésta se pueden escuchar estos días en cualquier calle de Orihuela al socaire de este Mercado Medieval que divide, con claridad, dos espacios: La ciudad cristiana (intramuros) y la morería (extramuros).

Curiosamente, el Ayuntamiento también quiere tener otro recuerdo, más histórico que la anécdota de la nariz, como es el hecho de que se acaba de cumplir el cuarto centenario de la expulsión de los moriscos, en 1609.

Orihuela es una ciudad rica en historia. En 1437 se le concedió el título de villa por Alfonso V El Magnánimo y su iglesia mayor, la parroquial del Salvador, obtuvo el rango de Catedral. Algunos de estos hechos también se pueden conocer más de cerca en una exposición que se ha instalado durante este Mercado, donde se analiza cómo era la ciudad medieval de Orihuela, sus espacios y elementos más importantes, que aún perduran, como las murallas y puertas, la sala del Consell, el barrio de la morería o la judería.

Quien visite Orihuela se va a encontrar 350 puestos ambulantes y espectáculos porque la ciudad, durante estos días, se convierte en un teatro.