Los chalés antiguos de primera línea del mar en Guardamar del Segura, como en otras localidades, han comenzado a ser historia. Y no porque la Ley de Costas haya logrado su derribo tras anular las concesiones de las que disfrutas, sino porque el mar ha ido ganando terreno. Los temporales que han azotado la costa durante este invierno que ahora terminan han sido especialmente cruentos. La imagen que ofrecen algunas playas estos días, cuando los ciudadanos comienzan a ver salir el sol y los termómetros se aproximan a los 20 grados en la Vega Baja, son desoladoras. Especialmente en Guardamar del Segura donde algunos chalés han sido literalmente barridos y el agua los ha alcanzado y comienza, lentamente, a "devorarlos".

Asfalto

El problema es especialmente grave en algunos puntos del litoral de Guardamar donde el agua ha alcanzado una avenida que se aproximada a la costa y el asfalto ha comenzado a ceder por su proximidad al mar. La mayor parte de estas viviendas están vacías durante todo el año y los propietarios apenas tienen útiles de valor en su interior.

Algunos ciudadanos aseguraban ayer a este periódico que han caído de algunas casas las paredes y se observa cómo es el interior, como si se tratase de una vivienda de juguete. Cuadros, armarios, camas,... objetos todos ellos que quedan colgados del mar. La Ley de Costas deja en manos de la Administración una solución para estas viviendas que han pasado de estar en primera línea del mar a estar literalmente sobre el agua. Las barreras colocadas durante el invierno, a modo de barrera, para evitar que el agua socavara los cimientos, apenas han servido para nada porque el oleaje ha terminado, incansablemente, por mover piedra a piedra las estructuras y, finalmente, vencer. A pocos días del puente de San José, el primero festivo de este año, esta imagen es la que ofrece una de las playas de Guardamar.