Unos 50 vecinos de la pedanía El Saladar, de Almoradí, se concentraron ayer ante el Ayuntamiento y volverán a hacerlo el próximo sábado para oponerse a la decisión del alcalde de eliminar el autobús que les conecta con el casco urbano, a dos kilómetros, para ahorrar. Proponen que al menos siga por la mañana, y alertan de que muchos no tienen otro medio para ir al médico o a la farmacia.