En la provincia han fallecido ya doce personas. Las tres muertes en las playas guardamarencas tenían en común que se produjeron fuera de horario del servicio o en playas sin vigilancia. En todas el servicio de socorrismo es 11 a 19 horas, aunque en algunas se ha reducido este año por la crisis. Es el caso de Guardamar, donde en 2009 era de 10 a 20 horas; es decir, dos horas menos.

El servicio sigue en algunas playas, aunque en otras ha cesado esta semana. Así, en Pilar de la Horadada, por ejemplo, seguirá hasta el 15 de septiembre todos los días. A excepción del luctuoso suceso de junio, no se ha registrado ningún incidente de gravedad en lo que se denomina la temporada alta. Tan solo 14 rescates acuáticos sin mayor trascendencia y algún traslado a centros sanitarios, según explicaron fuentes del servicio de emergencias.

En las playas de Orihuela tampoco se ha registrado ninguna desgracia personal en lo que llevamos de temporada. La incidencia más notable fue la necesidad de tener que reanimar a dos bañistas a los que se rescató del agua. Todo quedó en un susto. En la mayoría de servicios se quiere hacer hincapié que todos los años mueren personas al borde del mar por paradas cardiorespiratorias que nada tienen que ver con el agua. Mueren con el mar por sus tobillos.

Las medusas

Como siempre, 1.500 bañistas han sufrido las picaduras de las terribles medusas desde el pasado día 15 de junio en Guardamar. Una cifra que el coordinador de Cruz Roja de Guardamar, Ángel Gómez afirma que se mantiene la tónica de los últimos años. Le sigue las curas de lo más variado y las tan molestas picaduras de pez araña. En Pilar, durante este verano más de tres mil personas han sufrido sus picaduras.