Desde el pasado mes de agosto, cualquier conductor que ha transitado por la carretera nacional 332 ha tenido que esquivar cientos de conos, muchos mal colocados, un asfalto desconchado y zonas sin iluminar después de que se paralizaran los trabajos de desdoblamiento de la vía parque, por sorpresa, y dejando al municipio de Guardamar del Segura literalmente "patas arriba" y en plena época estival. La situación se debió, según admitieron fuentes del Ministerio de Fomento, a los problemas derivados de la crisis que habían dejado sin liquidez esta obra. Cuando los trabajadores de una de las subcontratas acabaron, se marcharon.

Las empresas situadas a ambos lados de la carretera, que son las que más sufren esta situación, desde hace dos años, cuando comenzó el proyecto, se echaron las manos a la cabeza porque no ven el fin. La vía parque, además, estaba en su fase final. El Ministerio de Fomento tenía que haber recepcionado los trabajos el pasado mes de octubre si se hubieran cumplido los plazos. Ahora se estima el retraso en esos cuatro meses de parón,... si no hay más. La alcaldesa de Guardamar del Segura, Marylène Albentosa, que ha tenido que soportar un "chaparrón" de críticas de la oposición por este asunto, asegura que le han dado garantías de que los trabajos se van a agilizar al máximo.

La vía parque es uno de los proyectos más ambiciosos del Ministerio de Fomento en la Vega Baja para duplicar la capacidad de la nacional 332. El proyecto tenía dos fases. La primera de ellas, entre Torrevieja y Pilar de la Horadada, que está completa desde hace un año. La segunda es la que se está actuando en estos momentos. En medio queda el término municipal de Torrevieja. El proyecto tiene que sufragarlo la Generalitat Valenciana porque, en caso contrario, la vía parque se quedará estrangulada en el punto donde, en teoría, más tráfico recibe. Al menos las obras han vuelto y los conductores comienzan a ver la luz al final del túnel.