La alcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente, puso ayer la primera piedra del edificio de Los Aljibes de Hurchillo, que se convertirá en un centro cultural. Este proyecto está reconocido en las previsiones de gasto desde 2006, si bien las modificaciones presupuestarias de los últimos cuatro ejercicios han ido retrasando la ejecución del proyecto, cuya construcción estará finalizada en ocho meses.
La obra se licitó por algo más 800.000 euros, si bien la empresa adjudicataria se hizo con la ejecución del proyecto el 5 de octubre a través de una oferta cuyo presupuesto es de 519.000 euros más IVA. De este modo, el Ayuntamiento se ahorrará 300.000 euros, aproximadamente, en recuperar los depósitos.
El edificio tendrá unos 330 metros cuadrados de superficie construida, según el proyecto técnico de la obra. Los dos antiguos depósitos de agua serán convertidos en biblioteca y sala polivalente, respectivamente. El proyecto contempla la reurbanización del entorno de la calle Barranco, vía en la que está situada el edificio recuperado.
Además, se construirá un edificio nuevo alrededor de los aljibes para instalar las oficinas del personal administrativo del centro y los aseos. También se restaurará la antigua fuente de la localidad para dejarla como elemento decorativo. Alrededor de la construcción se habilitará una zona ajardinada que servirá de acceso al nuevo centro cultural. Asimismo, la canalización del agua de lluvia bordeará el exterior de lo que fueron los aljibes que abastecían de agua a los habitantes de Hurchillo.
Centuria
Los aljibes originales datan de mediados del siglo XIX, aunque en los años 50 de la pasada centuria fueron restaurados. La función de estas construcciones era el almacenamiento de agua para el abastecimiento de la población de Hurchillo y alrededores. El valor etnológico de los depósitos, debido a la escasez de agua histórica en esta parte de la Península, favorecieron la consideración de los aljibes como Bien de Relevancia Local en el plan de ordenamiento urbanístico de Orihuela. Esta catalogación obliga a la conservación del edificio.
