La exhibición de un documental, creado por la Junta Mayor de Cofradías con motivo de la declaración de la Semana Santa como Bien de Interés Turístico Local, marcó ayer el inicio de la nueva "Ruta de las Ermitas". Este nuevo recorrido turístico se enmarca dentro de las actividades que pretenden darle un valor añadido al mercado municipal, al que acuden cada sábado unas 30.000 personas entre turistas y compradores.

A la ruta, a la que acudieron una veintena de personas, asistió el concejal de Turismo, Miguel Gascón, así como miembros y presidentes de las diferentes hermandades. En esta primera edición se recorrieron todas las ermitas de la localidad, aunque en próximas ediciones se pretende reducir el número para profundizar más en las explicaciones.

El recorrido comenzó por la Ermita de la Junta Mayor de Cofradías. En ella fue su propia presidenta, María Teresa Pertusa, la encargada de destacar los datos más relevantes de la misma, relativos al paso que custodia -el Cristo de la Buena Muerte- y a la restauración del propio templo.

Seguimos la marcha hacía la Ermita del Santísimo Cristo de las Campanas. Si bien el paso del Cristo está custodiado en la Iglesia Parroquial, pudimos ver otras figuras como el Cristo Resucitado o el de la Vega. Alfonso Pertusa, vocal de la Cofradía, fue el encargado de mostrarnos los detalles más íntimos de tan ferviente tradición.

Nos dirigimos después hacía la Ermita del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Esperanza. José Antonio Miravete, presidente de la Hermandad, fue el encargado de explicarnos detalles tan curiosos como el cambio de nombre de la propia agrupación, anteriormente denominada "Hermandad de Caballeros" y que para adaptarse a los nuevos tiempos suprimió la última palabra con motivo de la incorporación de la mujer a las procesiones.

La ruta llegó hasta la recién inaugurada Ermita de San Pedro y Virgen de la Soledad. En ella pudimos adentrarnos en el funcionamiento de las propias hermandades, ya que nos explicaron los esfuerzos que están realizando sus miembros para poder colocar una campana que corone el templo.

Continúo la visita guiada hasta la Ermita de San Juan de la Palma, en la que Francisco Gómez, presidente de la Hermandad, nos ofreció datos sobre el paso anterior, perdido en la guerra, y sobre el nuevo, realizado a semejanza del anterior gracias a las fotografías y los restos que pudieron conservarse.

La visita acabó en la Ermita de la Hermandad del Silencio, en la que destacaron curiosidades como que desde su inauguración, las losas que hay de suelo son las mismas que había en la iglesia parroquial antes de su remodelación.