El Ayuntamiento de Orihuela tiene previsto poner en marcha los nuevos retenes de la Policía Local en las pedanías de La Murada y San Bartolomé a mediados del mes de enero próximo. Con esta medida la Dirección General de Seguridad y Policía Local pretende dotar a ambas pedanías "de la mayor presencia policial posible, durante al mayor periodo de tiempo, con los recursos con los que dispone el cuerpo en estos momentos" y que, de momento, no garantizan que ambas instalaciones cuenten con agentes durante las 24 horas al día, aunque sí durante la mañana y la tarde, según fuentes de ese departamento.

El Ayuntamiento espera que esta medida sirva para dar aún una mayor presencia policial a ambas pedanías, aunque la reestructuración de los cometidos del cuerpo que se llevado a cabo en los últimos meses ya había reforzado la presencia de agentes en todas las partidas rurales al unificar las tareas de los agentes, que antes estaban especializados, bien en pedanías o en el casco urbano.

"Ahora todos, hacen de todo", indicaron las mismas fuentes que entienden que ese servicio de cercanía puede tener un efecto disuasorio y dotar a la zona donde actúen de mayor sensación de seguridad, pero advierten que no podrán evitar a algunos de los hechos delictivos que han hecho saltar las alarmas en La Murada en los últimos días.

En una semana los ladrones han desvalijado una tienda de moda con género valorado en 55.000 euros, una gasolinera ha sido atracada a mano armada y siguen siendo asaltadas las casas de campo y las casas aperos. "No podemos poner un policía en cada esquina y si los agentes estuvieran 23 de las 24 horas del día, en esa hora no podríamos evitar un robo", indicaba ayer sobre este asunto el director general Enrique Rocamora.

La denuncias de robos realizadas por las asociaciones Asojoven y Somos La Murada han trascendido durante los dos últimos días fuera del término municipal de Orihuela y eran ayer objeto de reportaje por parte de medios de comunicación nacionales.

Las fuerzas de seguridad han detectado una mayor presencia de bandas formadas por miembros muy jóvenes y de nacionalidad española, no muy organizadas, con un modus operandi imprevisible y que tienen como caldo de cultivo a la crisis económica.

A finales de octubre pasado la alcaldesa Mónica Lorente, en un nuevo anuncio sobre estas dependencias contempladas en su programa electoral de 2007, aseguraba que al retén de La Murada le quedaban "tres semanas de obras". Antes, en enero de 2009, en una visita a la población, había anunciado una inversión de 57.000 euros durante ese año para "poner fin a una gran demanda vecinal", con la puesta en marcha del retén.

Las asociaciones, que arremeten también contra la actuación de la Subdelegación, por no disponer de agentes de la Guardia Civil en la zona, aseguran que el equipo de gobierno retrasa la puesta en marcha del retén para acercarla a fechas de precampaña electoral.