La Unió de Llauradors denunció ayer que la mayor parte de los productores afectados de la Comunidad Valenciana por los efectos de la bacteria "E-coli" se van a quedar fuera de las ayudas aprobadas el martes por la Comisión Europea. La entidad agraria, en un comunicado, explicó que finalmente se aprueban ayudas por valor de 210 millones de euros que "cubrirán únicamente la mitad de los precios de referencia de sólo cinco cultivos".

Según la Unió, la normativa aprobada sólo contempla ayudas para los productores de pepino, tomate, lechuga, pimiento y calabacín que hayan sido retirados del mercado desde el 26 de mayo al 30 de junio. Sin embargo, quedan fuera los de otras hortalizas así como el melón, la sandía o la fruta típica de verano como albaricoque, melocotón, ciruelo, cereza, níspero o nectarina. También hay que añadir que aquellos agricultores incluidos en organizaciones de productores podrán incrementar la cuantía de las ayudas.

Dados todos estos condicionantes, la Comunidad Valenciana será, por tanto, una de las "principales perjudicadas" en las ayudas, a juicio de la Unió. En el lado contrario, aseguró la entidad, Holanda podría ser el país más beneficiado de estas ayudas teniendo en cuenta su "relevancia" en la producción de esas cinco hortalizas, pues el 67 por ciento de las exportaciones de los mismos en los mercados comunitarios provienen de allí, frente al 18 por ciento procedente de España.

Asimismo, la organización agraria destacó que "paradójicamente" los mercados españoles están "inundándose durante estos días de productos hortícolas holandeses a precios reventados", como tomates de ese país a 0,20 euros el kilo.

La Unió ha solicitado a las autoridades europeas que "controlen fehacientemente" la retirada de los productos para evitar "la posible picaresca de que salgan de nuevo al mercado tras cobrar las ayudas y de este modo reventar los precios".

"Tomadura de pelo"

Esta entidad considera que la Unión Europea ha "tomado al pelo" al Gobierno español antes y con la aprobación de las ayudas pues le ha conducido a "un sistema basado en la retirada de productos que nos perjudica enormemente". Por ello, ha instado al Gobierno y a las comunidades autónomas afectadas a "poner en marcha sus servicios jurídicos para demandar a Alemania por los daños y perjuicios ocasionados".

La Unió aseguró ayer que, pese al levantamiento de la alerta, la "parálisis" de los envíos hortofrutícolas de España al exterior es "total" y "la guerra de precios brutal". En este sentido, reclama una campaña de promoción de los productos agrícolas españoles "para reparar el considerable deterioro de la imagen de los mismos debido a acusaciones infundadas y lesivas", pero cree que "los fondos no pueden salir de las arcas estatales sino de los causantes de las pérdidas que son Alemania y la Unión Europea".

En la misma línea, el director general de Cooperativas Agroalimentarias, Eduardo Baamonde, consideró ayer que la ayuda aprobada por la Comisión Europea "se aleja mucho" del daño que han sufrido los productores españoles por la "crisis del pepino" y pidió al Gobierno que exija más compensaciones a Europa.

"La Comisión Europea tendrá que revisar su decisión y eso deberá exigirlo el Gobierno español, con el apoyo de otros países", dijo Baamonde, durante un encuentro sobre seguridad alimentaria en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En su opinión, la ayuda de 210 millones para compensar las pérdidas agrarias causadas por la infección de la bacteria "E.coli" es insuficiente no solo por su cuantía económica, sino por el momento en que llega, cuando ya ha acabado la campaña de exportaciones de las hortalizas españolas.

Las ayudas, explicó, están orientadas al producto que "está en el campo" (concretamente el pepino, el tomate, la lechuga, el pimiento y el calabacín) y por tanto, beneficiarán a aquellos países que ahora están recogiendo estas hortalizas.