Un incendio declarado en la partida de Lo Benimira de Callosa de Segura arrasó ayer varios campos de cultivo, sobre todo de cítricos, y superficie de matorrales. Las llamas se originaron a las 13.30 horas, al parecer, por una quema de rastrojos que se descontroló y llegó hasta unos limoneros cercanos. La proximidad de los árboles en llamas a una veintena de viviendas obligó a desalojar a 45 vecinos que pudieron regresar a sus casas una vez se apagó el fuego, informaron a este diario fuentes de la Guardia Civil.

El incendio se inició en la mencionada partida, en concreto, en el barrio de los Dolores. Pese a la cercanía de las llamas, ninguna vivienda resultó afectada por el incendio. Además, en la partida hay varias casas abandonadas y algunas de estas tuvieron que ser protegidas con defensas para evitar que el fuego llegase hasta ellas, según explicaron desde el Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante.

Para extinguir el incendio, los bomberos necesitaron la ayuda de un helicóptero. De hecho, los efectivos tardaron cinco horas en apagar completamente el fuego, pues el viento cambió de dirección en varias ocasiones durante el tiempo que estuvieron trabajando en la zona.

Además, las altas temperaturas se sumaron al factor anterior para dificultar las labores de extinción de las llamas. A las 18.30 horas, los bomberos abandonaron el lugar del incendio para regresar al parque de Orihuela, de donde partieron para realizar el servicio.

Pese a todo, no hubo que lamentar heridos ni daños materiales de gran consideración. Las llamas llegaron hasta las fachadas de algunas casas en la que no habita nadie, aunque los bomberos actuaron de forma que el fuego no provocase más daños. Aunque la superficie arrasada está aún por determinar, los bomberos sí que confirmaron que se trata de terreno dedicado al cultivo o sin uso.

La partida de Lo Benimira está en la carretera que une Callosa de Segura con Catral. A lo largo y ancho de la barriada, hay decenas de casas de huerta dispersas, muchas de ellas sin habitar.

Sin embargo, aquellas en las que vive gente tuvieron que ser desalojadas por si el incendio iba a mayores.