Una recreación del "pedrismo" pero sin Pedro Hernández Mateo, salvo algunas incorporaciones. El nuevo alcalde Eduardo Dolón (Partido Popular) dio a conocer una distribución de áreas y delegaciones en su equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torrevieja en la que destaca el peso de un grupo de seis concejales de confianza, que también lo eran del exalcalde Hernández. Se trata de Joaquín Albaladejo, Dolores Albaladejo, José Antonio Sánchez, Francisco Moreno, Eduardo Gil Rebollo y Javier Montoro, que a su vez son, en orden de importancia decreciente, nuevos tenientes de alcalde. Una especie de "superconcejales", que además de aglutinar las responsabilidades más importantes y ser tenientes de alcalde, forman parte de la junta de gobierno (a excepción de Gil Rebollo) y serán, cada uno de ellos, salvo Montoro, coordinadores de área, por lo que orgánicamente se sitúan por encima del resto de ediles, tal y como se encargó de recordar ayer Dolón en rueda de prensa. El nuevo alcalde, hábilmente, no ha dejado pasar más que el fin de semana entre la investidura y la delegación de competencias.

Joaquín Albaladejo, como coordinador del Área de Economía, Hacienda y Participación Ciudadana, portavoz del grupo municipal, concejal de Hacienda, Economía y Compras, se convierte en la mano derecha de Dolón, manteniendo sus áreas de gobierno, para sumar, probablemente, un cargo como diputado provincial. Se afianza como la cara del equipo del PP frente a los ataques de la oposición, tarea en la que se ha mostrado especialmente eficaz. Dolores Albaladejo repite en Presidencia y Protocolo, es secretaria de la junta de gobierno (no lo será la secretaria municipal) y suma a sus competencias Régimen Interior y Recursos Humanos. Francisco Moreno forma parte de ese grupo de "elegidos" con las mismas competencias que ha gestionado discretamente como edil delegado -Urbanismo, Medio Ambiente, y Actividades y Aperturas-, esta vez como concejal electo y cuarto teniente alcalde y coordinador del Área de Desarrollo de la Ciudad.

Por su parte, Eduardo Gil Rebollo se descarga de responsabilidades, como Medio Ambiente, Playas o Parques y Jardines, para hacerse con las riendas de Seguridad Ciudadana y Tráfico y mantener Pesca, aunque no está presente en la junta de gobierno. La Seguridad Ciudadana era cosa de la Alcaldía tras los problemas de gestión durante años de una plantilla de la Policía Local que, pese a los esfuerzos de su director general, Javier Mínguez, sigue en pie de guerra contra los mandos y entre sus miembros. Entre Mínguez y el alcalde, habrá ahora un nuevo escalón, el de Eduardo Gil, que ya afrontó esta tarea con una plantilla mucho más liviana.

Contratación

Una de las escasas e importantes licencias que se ha dado Eduardo Dolón a la hora de confeccionar esta distribución es la inclusión de Javier Montoro, en ese núcleo duro con varios efectos sobre sus compañeros. El primero, arrebatar las áreas de Contratación y Proyectos, que determina el destino de millones de euros en adjudicaciones al año, al veterano José Sánchez y el segundo, entrar en la junta de gobierno, desplazando, según fuentes municipales, a otros concejales de relevancia y popularidad en la gestión municipal como Daniel Plaza, que entre otros objetivos ha logrado que miles de personas visiten la ciudad sólo por sus instalaciones deportivas.

Dolón podría haber incluido tanto a Plaza (que vuelve con Deportes y asume la importante apartado de Educación), Gil Rebollo o Agustina Esteve (que mantiene Comercio y Hostelería y Participación Ciudadana), porque la junta de gobierno está compuesta por diez integrantes. Pero ha preferido sumar a los tres delegados no electos, Carmen Gómez Candel, José Riera y Antonio Boix, dentro de ese órgano decisivo e integrar también a un edil inexperto, Tomás Ballester, además de los citados Javier Montoro, Joaquín Albaladejo, Dolores Albaladejo, Francisco Moreno y José Sánchez, en un Ayuntamiento en el que el pleno siempre ha tenido un poder de decisión limitado porque las competencias han ido recayendo precisamente en esa la junta de gobierno.

Algunas de las sorpresas de esta composición del equipo de gobierno es la designación del joven Luis María Pizana, como concejal de Cultura y Turismo, con un presupuesto que sólo en el área del Patronato de Habaneras supera el millón de euros anuales. También lo ha sido la elección de Dolores Sánchez Roca como edil de Festividades. Dolón ha optado por otra parte, como ya hizo su antecesor a la hora de aplicar la ley de grandes municipios, delegar en los concejales no electos, competencias importantes. Es el caso d Empleo, Desarrollo Local y Parques y Jardines, a cargo Carmen Gómez; José Riera, expresidente de la Asociación de Comerciantes Locales que llevará Consumo y Nuevas Tecnologías, y sobre todo, Antonio Boix que asume la difícil papeleta de un posible recorte en los servicios de recogida de basura y limpieza viaria, además del área de Playas o la modificación del servicio de Transporte Público, para el que habrá que pagar una cuota anual en breve.

El primer edil, que explicó esta distribución en su ánimo de descentralizar la labor de gobierno, ha decidido delegar áreas aparentemente menos complejas en algunas caras nuevas como es el caso de Carmen Mateo (Sanidad y Núcleo Zoológico), Rosario Martínez Chazarra (Ciudadanía: Residentes Extranjeros e Inmigración); o Inmaculada Montesinos con Tercera Edad y Censo.

Asignaciones

El próximo paso que va a dar es la casi siempre polémica distribución de retribuciones a los concejales y a los grupos de la oposición. Aclaró D0lón que, tal y como ha expresado en su programa electoral y en la tónica que se está dando en otros muchos municipios de España, su voluntad es que "los políticos cuesten menos a los ciudadanos". Un empeño que no va a ser fácil en una administración local con un equipo de gobierno de 18 delegados -tres más que en el anterior mandto- o más de 20 puestos de designación directa de Alcaldía hasta el 1 de julio -asesores o puestos de confianza- que cuestan, según la oposición, más 700.000 euros. Por ejemplo, sólo el cargo de concejal secretario de junta de gobierno local está retribuido con casi cuatro mil euros brutos al mes. Dolón, sin abundar más es este asunto sí aclaró que estas limitaciones también tocarán a las filas de la oposición.