El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Cox hizo ayer pública las supuestas irregularidades cometidas por el concejal del PP, Roberto Calafat, durante la construcción de su nueva vivienda, según explicaron en un comunicado. El PSOE asegura, tras consultar las resoluciones de Alcaldía, que el edil ha podido cometer dos hechos arbitrarios. Por un lado, "sacar un permiso de obra para una obra menor, sabiendo de antemano que la obra a ejecutar comprendía actuaciones en la estructura de la vivienda existente y ampliar los metros construidos, lo cual exige un permiso para obra mayor"; y por el otro, "y más grave, es que la obra se ejecuta en una zona donde sólo se permite una altura".

El PSOE recuerda que el artículo 233 de la Ley Urbanística Valenciana, calificaría estos hechos como una infracción grave, que consistiría en "la construcción de una nueva vivienda de 125 metros cuadrados sobre la ya existente, es decir, con esta actuación ilegal lo que ha hecho el concejal es aumentar la edificabilidad de su suelo".

A los socialistas lo he ha satisfecho la respuesta dada por el regidor Carmelo Rives, a sus preguntas por este asunto ya que, afirman en el comunicado, "dijo que se estaba buscando la fórmula para, sin derribar la obra ilegal, restablecer la legalidad urbanística". Los socialistas, que no están de acuerdo, aseguraron que, independientemente de que se restablezca la legalidad urbanística, "lo cual está por ver, existe una responsabilidad política que se debía de asumir, pues es intolerable que alguien del equipo de gobierno, conscientemente, haga una ilegalidad de ese tipo y siga en el mismo puesto gobernando".

El PSOE añade que "no está en el ánimo del infractor, ni en el del alcalde, el dimitir. Si ellos no son capaces de guardar las normas urbanísticas ¿a quién les van a exigir que las cumpla? ¿Qué autoridad moral tiene Carmelo Rives y el concejal Roberto Calafat para exigir a nadie que cumpla lo estipulado en las normas?", se preguntan finalmente.