Ayer dejaron de hacer las maletas. La familia de Callosa de Segura que estaba a punto de quedarse en la calle al perder su casa por avalar con ella la hipoteca de una de sus hijas respira algo más tranquila desde que ayer firmara con el banco SabadellCAM un alquiler social por 140 euros al mes, durante siete años y con opción a compra. La vivienda la han perdido, pero tendrán la oportunidad de volver a recuperarla si pagan los 52.800 euros en los que la ha valorado la entidad. Dentro de la situación una portavoz de la familia señaló que están "bastante satisfechos" porque al menos no se quedarán en la calle. Eso, independientemente de que sigan las acciones judiciales en contra del notario que aceptó la firma de un hombre jubilado que no entiende el vocabulario bancario y dos hijos con esquizofrenia crónica diagnosticada. Como ha venido contando este diario, José Granero (73 años) y sus dos hijos (33 y 44 años) eran los propietarios de la casa que el banco ha subastado porque otra hija del primero no pudo seguir pagando las cuotas de su hipoteca de 166.000 euros al quedarse en paro.

Las pensiones de José (618 euros) y sus hijos (304 euros cada uno) no bastaron para evitar el embargo. La familia acudió a este diario hace unos días ante la impotencia y el mismo día el banco se comprometió a resolverlo antes de la fecha de desahucio, previsto para el lunes.