Cuatrocientas plazas de aparcamiento de pago en un municipio de poco más de18.000 habitantes y sin "tarjeta residente" que facilite el estacionamiento a los vecinos. El Ayuntamiento da marcha atrás en su idea de implantar la Ordenanza Reguladora de Aparcamiento (ORA) en varias fases y decide pintar de azul las 22 calles que contempla la normativa, que se pondrá en marcha desde el 17 de agosto.

El regidor municipal, Javier Pérez (PP) defendió ayer la necesidad de su implantación dado que Callosa de Segura "ya no es un municipio pequeño, sino una ciudad de cierta importancia que desde hace años arrastra problemas de aparcamiento". En su opinión, la medida será buena para comerciantes, para ciudadanos que vienen a la localidad a hacer sus compras y para los propios callosinos, "que muchas veces no pueden aparcar porque hay vehículos que están estacionados de forma permanente".

Aunque en un principio el Ayuntamiento contempló la opción de que los residentes dispusieran de zonas especiales donde aparcar sus vehículos, finalmente desechó esta idea, aunque el alcalde deja la puerta abierta a estudiar esta posibilidad en un futuro.

Gestión privada

La contrata ha sido concedida a la mercantil Pavasal, que explotará el servicio durante los próximos diez años. Desde hace varios días, operarios de la adjudicataria están pintando de azul amplias zonas de la avenida Constitución y los viales adyacentes, el entorno del Mercado de Abastos y del Ayuntamiento. Un entramado de calles que comprende la práctica totalidad del centro urbano. La adjudicataria corre con los gastos de su implantación, que rondan los 150.000 euros, y abonará el 90% de las ganancias al consistorio. El horario durante el que callosinos y visitantes tendrán que pagar por estacionar sus vehículos en estas áreas comprende de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas de lunes a viernes, y de 10 a 14 los sábados. Las tarifas dependen del tiempo en que se esté estacionado y oscilan entre los 15 céntimos que cuesta aparcar durante los primeros 20 minutos hasta los 1,50 euros por dos horas.

Es este último dato el que hace sospechar a la oposición, formada por cuatro ediles socialistas y uno de IU, que el Ayuntamiento ha decidido implantar de golpe la ordenanza por su necesidad de recaudar dinero dada la difícil situación económica que arrastra la administración local.

Ambos partidos consideran que la medida perjudicará tanto al comercio como a los residentes y coinciden en que el número de aparcamientos de pago no se corresponde a las necesidades reales. Desde IU denuncian además que se han teñido de azul calles como la que rodea la plaza de San Adrián, cuya inclusión no estaba prevista en un principio.