La imagen de la izquierda fue portada de este periódico el pasado mes de marzo. Lo que podría ser una preciosa postal de Orihuela, con algunos de sus elementos más característicos y patrimoniales -"alto soy de mirar a las palmeras", que decía Miguel Hernández en sus poemas- comenzaba ya en aquellos meses su decadencia; de hecho, con la imagen en la primera página de un domingo se quería advertir de la presencia del picudo en el corazón, y nunca mejor dicho, del municipio. La fotografía de la derecha se tomó este fin de semana y en ella se observa el ejemplar ya sin vida. Entre una y otra han pasado siete meses y ya bien fuese el picudo o cualquier otra plaga, da tristeza comprobar cómo un símbolo del patrimonio desaparece sin tener que mirar y señalar al color del equipo político que no lo ha evitado.