Comprar una vivienda mediante un préstamo bancario que devolverás durante los próximos 25 años y observar con impotencia que cuando que llueve en abundancia el suelo de la planta inferior se anega con el agua que emana del propio subsuelo. Los vecinos de un bloque de pisos emplazado en Daya Vieja han demandado a la mercantil que levantó el bloque en 2004 al considerar que los graves problemas que sufre la infraestructura están derivados de irregularidades en la construcción.

Ana Belén Guillardine es una de las afectadas. Al igual que sus vecinos, se siente "estafada" tras haber hecho "la inversión más importante de su vida" y ver ahora como la humedad y el moho devoran día a día la planta inferior de su casa. El edificio está emplazado en la calle Virgen de Monserrate, una zona de expansión urbanística de este municipio de poco más de 700 vecinos. Cuenta con 24 viviendas tipo dúplex, de forma que doce de las casas están construidas sobre la otra docena. Así, las ubicadas en la parte baja del inmueble tienen dos plantas, una construida a la altura de lo que está considerado como semisótano, y una segunda sobre ésta. Según explica Guillardine, los problemas se evidenciaron en 2007 cuando tras unos intensos días de lluvia los semisótanos de las viviendas inferiores se inundaron. Al parecer, el nivel freático del suelo subió tanto que anegó por completo las habitaciones que alojan los dormitorios. Aunque desde entonces han presentado varias reclamaciones al grupo inmobiliario "Torreblanca del Mediterráneo", aseguran que sus reivindicaciones no han sido atendidas hasta el momento.

Daños

El perito contratado por la comunidad de vecinos para valorar los daños, Vicente Mujica, señala que todo apunta a que la construcción no incluyó los necesarios sistemas de impermeabilización para evitar lo que ahora está sucediendo. Y es que tal y como pudo observar este diario, hacer un agujero de 15 centímetros de profundidad en el suelo es suficiente para toparse con la piscina que se aloja sobre los cimientos del edificio. Una piscina que se llena más cuando llueve y hace que el agua se cuele en las viviendas.

"Me siento estafada por la constructora, que levantó el edificio, y por el Ayuntamiento, que dio su visto bueno al proyecto. No puedo irme de aquí porque mis posibilidades económicas no me lo permiten", relata Ana Belén, quien accedió a la vivienda firmando una hipoteca de 116.000 euros a devolver en 25 años.

Aunque ya son tres los propietarios que han abandonado el edificio, otros como esta afectada no pueden hacerlo por falta de recursos económicos. Al igual que ella, son varios los que se han visto obligados a instalar las camas en la planta superior de las viviendas, y así, en un espacio que no pasa de 35 metros cuadrados, llevan habitando desde hace varios años.

Además de las humedades que ascienden por las paredes y pudren todo lo que se cruza por su camino, como puertas, ropa, colchones o muebles, los vecinos temen que la instalación eléctrica se vea afectada y puedan sufrir cualquier tipo de percance. De igual modo, viven con la incertidumbre de no saber hasta qué punto puede estar afectada la estructura del edificio.

Proceso

La demanda judicial por estos hechos la interpuso la comunidad vecinal hace más de un año y será el próximo día 30 cuando se celebre la primera vista del proceso.

Por su parte, fuentes de la empresa "Torreblanca del Mediterráneo" consideraron que los problemas del edificio no vienen de una mala construcción sino de la red de pluviales instalada en este área. Según su versión, el agua que hay acumulada bajo las viviendas se coló porque la red de evacuación externa al edificio no dio a basto y motivó que el agua se colara en ese espacio. En su opinión, el agua retenida bajo las viviendas es la que causa la humedad y creen que habría que extraerla para acabar con un problema del que no es responsable la constructora.