Como cada año, llega el Día de Todos los Santos y el Cementerio de Orihuela sigue sin tener un itinerario de acceso peatonal desde el centro de la ciudad. La vía que separa el Centro Comercial Ociopía del camposanto es una carretera de dos carriles en cada sentido sin arcenes ni aceras, por lo que los peatones acaban caminando por el lateral de la calzada o por la mediana, con la peligrosidad que esto supone en una zona de tráfico rápido. El asunto no es ni mucho menos nuevo, y el PSOE ya solicitó en la legislatura pasada una solución. El pleno aprobó que el Ayuntamiento ejecutaría las aceras y después las cobraría al promotor del plan parcial Molino de la Ciudad, que está pendiente de aprobarse y ejecutarse. El compromiso era cumplir en tres meses, que expiraban en noviembre (de hace dos años). Sin embargo, ni lo hizo al final de la legislatura el PP ni lo ha hecho el "tripartito" en lo que va de mandato.

El concejal de Infraestructuras, Pedro Mancebo (CLr), anunció hace unos meses que parte de los propietarios anejos a la carretera habían cedido suelo para las aceras y que se estaba cerrando el acuerdo con el último. Ayer sostuvo que el tema está en Urbanismo, pero el concejal de esta área, Antonio Zapata (PSOE), aseguró que hay un conflicto por resolver entre la Concejalía de Planificación y la Dirección Territorial de Carreteras, pues si se ejecuta el plan parcial y aumenta el número de vecinos en la zona, la rotonda de acceso al Cementerio y a la Nacional-340 se quedará pequeña, por lo que antes de hacer las aceras hay que resolver la infraestructura viaria para no constreñir las posibilidades futuras. Mientras, la edil de Planificación, Antonia Moreno (PSOE), afirmó que todo está prácticamente resuelto y que se está ultimando por parte de una ingeniera municipal.

Mientras tanto, y de cara al 1 de noviembre, los operarios de Mantenimiento están limpiando y desbrozando la zona más cercana al Cementerio y la Policía Local dirigirá el tráfico tanto en este camposanto como en los de las pedanías.