La concejala de Relaciones Institucionales de Orihuela, Antonia Moreno, ha puesto a los técnicos a redactar el convenio que propondrá a la Generalitat para saldar de una vez por todas dos cuentas pendientes. De un lado, el Palacio de Justicia que el Consell aún no ha pagado al Ayuntamiento y que les costó a los oriolanos casi seis millones de euros. De otro, el Centro de Salud del Rabaloche que 20.000 pacientes llevan esperando una década (ahora las consultas están en barracones). El trato está hecho y Moreno dio cuenta de él la semana pasada, pero la concejala no está dispuesta a firmarlo sin una cláusula que deje bien claro que el Centro de Salud tendrá que abrir las puertas a los ciudadanos en un año y medio. De no ser así, el convenio "decaerá" y todo volverá a la situación actual, es decir, al Ayuntamiento tramitando el desahucio forzoso de los juzgados por impago.

Moreno aseguró ayer a preguntas de este diario que el borrador de convenio se enviará a Valencia la semana que viene y que les va a dar a los responsables autonómicos 15 días para firmar. Si no lo hacen la amenaza de desalojo sigue su curso. La edil anunció hace unos días junto al alcalde, Monserrate Guillén (Los Verdes), que el acuerdo era que el Ayuntamiento entregaría la propiedad del Palacio de Justicia a la Conselleria, a cambio recibiría los antiguos juzgados, dos terrenos y una compensación de 2,1 millones de euros que no se iba a pagar en billetes, sino "en especie". Concretamente, la Generalitat gastaría ese dinero en acondicionar completamente los antiguos juzgados y en una parte de ellos instalaría el Centro de Salud del Rabaloche. Después, el Ayuntamiento conseguiría a cambio el solar en el que estaba proyectado el edificio sanitario (que pasará de dotacional a residencial y aumentará su valor) y tanto la parcela como el edificio del Ahogadero de La Seda (en el barrio de San Antón), donde actualmente la Generalitat imparte las escuelas taller.

Las obras, por lo tanto, deben concluir en un año. La conclusión lógica es que no habrá Centro de Salud del Rabaloche hasta mediados de 2014.

La edil confía en obtener una prórroga para ampliar el Consistorio

El convenio de permuta de los antiguos juzgados por los nuevos choca con otro proyecto, el de ampliación del Ayuntamiento. Y es que los barracones del Centro de Salud del Rabaloche (que se tiene que trasladar a los viejos juzgados en cuanto la Conselleria los reforme) están ocupando el aparcamiento trasero del Consistorio, el lugar donde va la ampliación. Esa obra se pagará con 2,9 millones de euros del Plan Confianza y ya está fuera de plazo, pero la concejala de relaciones Institucionales, Antonia Moreno (PSOE), confía en que o bien el Consell les buscará un lugar alternativo a los módulos prefabricados o bien le concederá al Ayuntamiento una nueva prórroga tan larga como sea necesario para que las obras no empiecen hasta que las consultas estén ya cómodamente instaladas en su ubicación definitiva.

Numerosos pacientes ya han hecho constar su malestar a un nuevo traslado a través de firmas recogidas por la Asociación Vecinal Rabaloche y Oriol. Según su portavoz, Rate Molera, se niegan a que se les traslade temporalmente a otro lugar porque eso supone "dilatar" en el tiempo el problema. Las alternativas, según Moreno, tiene que analizarlas la Conselleria de Sanidad y son dos: Mover las consultas a otro sitio o permitir que la ampliación del Ayuntamiento se demore sin que caduquen los fondos del Plan C. e. g. b.