El alcalde de Almoradí, Antonio Ángel Hurtado (PP), explicó ayer que cuando retiró la palabra a la edil de IU, María Jesús Pérez, en el último pleno y amenazó con expulsarla de la sesión lo hizo porque la edil no se estaba ciñendo al tema de la moción que defendía, sobre el copago farmacéutico a los discapacitados, dado que ésta se pasó más de la mitad del turno hablando de la Ley de Dependencia.

El regidor se defendió así de las acusaciones que PSOE e IU vertieron un día antes sobre su persona, cuando apuntaron a su actitud "poco democrática" al intentar acallar a la oposición cuando se estaban criticando los recortes del Partido Popular en temas sanitarios.

"Tras tres llamadas de atención la concejala, que tuvo poco respeto a la presidencia, me indicó que ella iba a decir su discurso, por lo que le tuve que decir que si seguía en esa actitud me vería obligado a decirle que abandonara el pleno o a seguir en el siguiente punto", expresó Hurtado, quien consideró que la oposición llegó a la sesión "dispuesta a crispar".

El primer edil matizó que fue él quien pidió un receso de cinco minutos para hablar con los portavoces de cada grupo y que después de esto permitió a Pérez terminar su exposición. Recalcó que como presidente de las sesiones plenarias "nunca he tasado los tiempos de intervención de cada grupo porque me gusta el debate político".