El tren de Alta Velocidad Española (AVE) se vendió por el PP como una obra que transformaría Orihuela a coste cero, creando un gran boulevard sobre las vías (el ferrocarril pasaría por debajo) y cada vez que comparece Antonio Zapata (PSOE), concejal de Urbanismo, el precio que, finalmente, pagarán los oriolanos de un modo u otro (dinero en efectivo, suelo o aprovechamientos urbanísticos) va aumentando. La cifra va por casi 5 millones de euros que se desglosan del siguiente modo: 1,7 millones por la losa y tres pasos, 1,5 millones por la urbanización de la misma y entre 1,5 y 2 millones por el cuarto paso en función de que sea elevado o una rotonda. Además hay más gastos aún por presupuestar como medidas de seguridad en el famoso boulevard.

Lo más que sobre esta cuestión ha obtenido el Ayuntamiento del Ministerio es que la cantidad inicial de 1,7 millones de euros que pagará Orihuela en dinero, en derechos o en tierras se amplíe, como si se tratase un chicle, hasta cubrir todas las necesidades. Otra cuestión es cuándo se pagará y eso vendrá reflejado en el famoso convenio sobre estas mejoras que sigue pendiente de firma.

En cualquier caso, Zapata no encuentra más que un muro infranqueable en la mesa de negociación a la que se sienta con ADIF (el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) y el adjudicatario, Sacyr. Así que cada mejora es para él un logro. Ayer consiguió que la mercantil se comprometiese a algo tan fundamental como arreglar calles en mal estado por el paso de los camiones (ver anexo), aunque sigue sin poner el aval de 750.000 euros que le exige el Ayuntamiento para hacer frente a cualquier desperfecto de aquí hasta que finalicen los trabajos, en 2015. "La situación no le es favorable porque la obra la está financiando ella misma y no es tarea fácil encontrar el aval", dijo ayer un convencido Zapata, quien añadió que el cuarto paso lo hará una empresa oriolana y no Sacyr.