Tiene una orden de cierre por un decreto que el alcalde Javier Pérez firmó el pasado mes de mayo, pero nadie lo diría. Cientos de personas acuden cada fin de semana al mercado «Las Redes», ubicado en el barrio de San José, que abre sus puertas al público todos los jueves, sábados y domingo.
El Ayuntamiento decretó el cierre de este zoco, que acoge a buena parte de los mercaderes que vendían sus productos en el zoco de El Olivo de Catral, por las actas levantadas por la Guardia Civil en las que destaca que la mercancía de los vendedores es de «dudosa procedencia». Sin embargo, cada semana el recinto se llena de manteros y de clientes. Aunque los mercaderes se dan cita tres días a la semana, el domingo es el que más clientes reciben. Acuden visitantes de todas las procedencias pero en su mayoría son de origen magrebí, ya que los vendedores también lo son. La gran cantidad de visitantes colapsa el tráfico cada domingo y los vehículos ocupan los terrenos cercanos al zoco, así como los aparcamientos de los salones de celebraciones que se ubican en el barrio de San José.
Al parecer, y según explicó uno de los vendedores, los mercaderes se colocan en el recinto conforme van llegando, ya que no tienen un espacio asignado. De esta forma, los primeros que llegan buscan la mejor ubicación para vender su mercancía, sobre todo los domingos cuando las ganancias están aseguradas por la gran cantidad de clientes que visitan el zoco.
Productos de todo tipo
Entre los productos que se pueden encontrar en este mercado hay de todo, pero de segunda mano. De hecho los propios vendedores pueden ofrecer artículos muy distintos en un mismo puesto. La gran mayoría coloca una manta en el suelo y allí sitúa todos sus productos, aunque también hay algunos mercaderes que montan un pequeño puesto sobre todo los que venden ropa.
Los manteros venden desde artículos informáticos como ordenadores, impresoras o videoconsolas hasta vajillas, lámparas, cocinas, pequeños electrodomésticos o urinarios, platos de ducha y lavabos. También hay productos de ferretería, motores, neumáticos así como sillas de ruedas, artículos deportivos, entre otros.
La mercancía denota que ha sido usada porque muchas veces se encuentra en muy mal estado, por esta razón en este mercado regatear es esencial para no pagar más de lo necesario por un producto, ya que no existen garantías de que vaya a funcionar.
Entre la oferta del mercado que en sus instalaciones tiene hasta una cantina y unos aseos, también hay productos comestibles sobre todo naranjas y ajos, pero son muy pocos los puestos especializados los que se dan cita en este zoco.
