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CALLOSA DE SEGURA

La historia de Milagro no tuvo un final feliz

Investigan si la muerte del can, que perdió una pata y quedó ciego, fue debido a que lo ataran a las vías de un tren

Voluntarios se turnan día y noche para que no esté solo, tal y como recomienda el veterinario. información

Su nombre era «Milagro» porque su historia de supervivencia casi se podría atribuir a una intervención sobrenatural, aunque ayer su historia se truncó. Voluntarios de la Asociación Protectora de Animales Domésticos de Callosa de Segura (APADAC) rescataron a este can que fue encontrado malherido junto a las vías del ferrocarril, con una pierna amputada y con múltiples contusiones. El colectivo, que sospecha que el animal fue objeto de un macabro juego que consistió en atarlo a las vías del tren, se hizo cargo de él y lo sometió a una compleja intervención quirúrgica. La factura veterinaria ascendió a 500 euros y solicitan ayuda para costearla. Según ha informado la protectora esta mañana a través de su página de Facebook, Milagro no ha podido superar la gravedad de las heridas que tenía.

Esta es la historia de Milagro que conocimos ayer

Fue un vecino de la localidad quien el pasado jueves encontró a este can junto a la vía. Estaba muy débil. Había perdido mucha sangre porque, al parecer, el ferrocarril le había amputado una de sus patas. El callosino le anudó un pañuelo al miembro seccionado y dio aviso a la Policía Local, que derivó el caso a los voluntarios de APADAC. Estos se hicieron cargo del perro y lo llevaron a un veterinario. Primero se le estabilizaron las constantes vitales y se le sometió a una operación para curar la pata amputada y tratar las heridas del ojo que también perdió. Se quedó ciego porque a consecuencia del golpe tampoco ve por el otro ojo.

APADAC había creado un evento en la red social Facebook para narrar la evolución de este can. Es ahí donde explican que el veterinario le diagnosticó una compresión en la cabeza que hacía que no supiera muy bien qué le está pasando, ni en qué lugar se encontraba. «Su única reacción era llorar», explicaban ayer desde la asociación. Es por ello que les recomendó que el perro mantuviera un continuo contacto con humanos para ayudar a a su recuperación. De hecho, los voluntarios de la protectora se turnaron día y noche para que nunca estuviera solo. Desgraciadamente, Milagro no ha podido superar la gravedad de sus heridas.

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