«Entraron de repente, me cogieron con fuerza del cuello, y me llevaron arrastrando al almacén, donde me ataron de pies y manos con unos plásticos, tanto a mí como a mi compañera». Así recuerda una de las empleadas del bazar, que prefirió ayer guardar el anonimato, el gran susto que se llevó ayer cuando el grupo de atracadores irrumpió a plena luz del día y a punta de pistola en este bazar chino del centro comercial de Los Altos, en Torrevieja.
«Iban todos encapuchados y con pistola, no sabíamos qué hacer, si gritar o quedarnos quietas», añade. «Mientras intentaban abrir la caja, nos robaron nuestras cosas y, como el bazar estaba abierto, uno de ellos se quedó en la puerta para, conforme iban entrando clientes, robarles a ellos también para, posteriormente, reconducirlos también al almacén y, como a nosotras, atarnos de pies y manos», cuenta.
Esta empleada apenas recuerda detalles del aspecto físico de los asaltantes. «Sólo pude ver los ojos y la boca, todo lo demás lo tengo muy confuso, me cogieron del cuello y apenas puedo recordar nada», señala. Lo que sí recuerda es los minutos de angustia que vivió en el almacén de su propio local. Apenas fueron «entre diez y quince minutos», pero le pareció una eternidad. Junto a otras siete personas, esperó a que los atracadores abandonaran el lugar y, «al no escuchar ningún ruido, intentamos desatarnos. Fue una cliente la primera que lo consiguió, y quien llamó a la Policía».
«A algunos nos ataron más fuerte que a otros, por lo que hubo gente que hasta se hizo sangre al forcejear con los plásticos que nos ataron para poder soltarse».
Tanto ella como su familia tendrán que volver a abrir las puertas del negocio previsiblemente a partir de hoy mismo, situación que afrontarán con miedo ya que, tal y como apuntó en la tarde de ayer, «aún estoy algo nerviosa y muy asustada por todo lo que ha pasado».
