Cuatro de los siete agentes que conforman la actual plantilla en activo de la Policía Local de Cox patrullan sin arma de fuego debido a que son interinos y no están autorizados para poder utilizarla. El cuerpo de agentes está compuesto por cinco policías con plaza, de los que uno está de baja laboral y otro en situación de excedencia, mientras los otros cuatro restantes son interinos. Así, los siete agentes tienen que cubrir los turnos de mañana, tarde y noche y, con sus descansos, se hace imposible que puedan realizar turnos de dos personas, por lo que durante la mayor parte del tiempo tan solo hay un agente de servicio y muchas veces no dispone de arma, según criticaron ayer algunos de los policías.
Las deficiencias por la falta de medios que sufren los agentes de Cox no se basan solo en la escasez de efectivos, sino que además desde hace tres meses no disponen de coche oficial porque el vehículo patrulla está averiado. Para solventar este problema, según indican, se está utilizando un coche de la Concejalía de Servicios Sociales que únicamente presenta una rotulación con el escudo del municipio pero que carece de mampara de seguridad, puente luminoso o sirenas.
De igual modo, los agentes criticaron ayer que no disponen del suficiente material para garantizar su protección personal debido a que, por ejemplo, solo tienen dos chalecos antibalas para todos los efectivos, los cuales están obsoletos y, además, no se ajustan a las necesidades de la plantilla, con evidentes diferencias de talla y sexo. Asimismo, apuntaron que las instalaciones de comisaría no disponen ni tan siquiera de agua caliente para que los agentes puedan ducharse después de la jornada o tras participar en alguna intervención en la que se hayan podido manchar. Según exponen, estas dependencias tampoco cuentan con frigo o microondas para facilitar que puedan comer en el trabajo. Los agentes apuntan que el convenio laboral que regula sus condiciones de trabajo data de la década de los 80 y que aunque se ha intentado negociar en numerosas ocasiones, los responsables municipales desoyen las propuestas de los agentes, lo que impide, además, sacar a concurso los puestos de trabajo que presupuesta el Ayuntamiento cada año. Los agentes achacan toda esta situación al desinterés del Ayuntamiento que preside Carmelo Rives (Partido Popular) y recuerdan que las carencias que sufren repercuten en la calidad del servicio.
Por su parte, el regidor admitió ayer que el coche patrulla está averiado pero negó que existan deficiencias que causen perjuicios a la labor de los agentes.
