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Expertos alertan del peligro de la procesionaria por el daño hecho ya por el tomicus en los pinos

Científicos de la UMH advierten de que la falta de biodiversidad agrava la situación y proponen reforestaciones con especies variadas

La procesionaria, que debilita el crecimiento de los pinos, en una imagen tomada en el Monte Tossal. CAROLINA ESCALANTE

El panorama es poco alentador. Alicante, la provincia menos arbolada de la Comunidad Valenciana, con menor diversidad de flora y más afectada por la disminución de las lluvias, está siendo también la más castigada por las plagas. El Tomicus destruens ha destrozado, por ejemplo y literalmente, 1.500 pinos en Orihuela. La comarca de la Vega Baja y la sierra de Crevillente han sido de las zonas más afectadas de la Comunidad por un coleóptero capaz de secar por completo el pino.

La alerta roja dada hace unas semanas por las diferentes administraciones (ayuntamientos y conselleria) sobre la plaga del Tomicus destruens tiene su continuidad con la plaga más propia de esta temporada. La procesionaria del pino «puede hacer mucho daño esta primavera debido al daño ya sufrido por los pinos, que además de falta de agua, muchos de ellos han quedado afectados por el tomicus», expone el profesor de Ciencias Ambientales de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), José Navarro Pedreño.

La Generalitat anunciaba a finales de año la colocación de trampas y la tala de miles de pinos en toda la Comunidad Valenciana para hacer frente a la plaga de tomicus y hablaba del 5% de los pinares afectados, un porcentaje que puede ser del doble o el triple en algunos puntos de la provincia de Alicante.

Las pinadas alicantinas viven uno de sus peores momentos. Y de pinos es de lo único que, sin sobrar, abunda en los montes alicantinos. Concretamente, según el último Inventario Forestal Nacional, la provincia cuenta con cerca de 60.000 pinos, lo que supone casi el 70% de la masa forestal total. Y el 30% restante está prácticamente formado por matorrales con arbolado ralo. Por ello, «las plagas se ceban con los pinos», remarca Navarro Pedreño, quien asegura que «la falta de biodiversidad en el arbolado de los montes de la provincia agrava la situación y favorece la proliferación de este tipo de plagas».

Por ello, los científicos son tajantes. «Sólo apostando por la biodiversidad, la naturaleza encontrará su equilibrio», señala la vicedecana del grado de Ciencias Ambientales en la UMH, Juana María Botía. Esta investigadora, miembro de la División Botánica del Departamento de Biología Aplicada, asegura que para hacer frente a las plagas es «esencial el diseño y el manejo de la diversidad biológica, tanto vegetal como animal». En este sentido, Botía explica que «la relevancia tanto de las zonas agrícolas como las de bosque para biodiversidad es tal que el 60% de las aves europeas de conservación prioritaria dependen de dichas zonas. Y las aves actúan como bio-indicadoras de la salud de los ecosistemas», además de ser las principales depredadoras de estos insectos.

Reforestaciones

Los científicos de la UMH coinciden en destacar la importancia de que «los programas de reforestación que se efectúan desde las administraciones deben tener en cuenta la necesidad de que los bosques alicantinos tengan una mayor biodiversidad arbórea», indica el profesor Navarro Pedreño. A lo que Botía añade: «para recuperar de una forma natural las especies depredadoras de plagas es importante proveerlas de sus necesidades durante todo el año, tanto alimento como refugio». Estas aves son las que pueden realizar un necesario control de las plagas que degradan los montes de la provincia.

La profesora Botía tiene claro que «la recuperación de la salud ambiental en una zona de baja cobertura arbustiva y arbórea» como la provincia de Alicante se puede realizar «con el aumento de la biodiversidad, llevando al sistema a un estado de equilibrio». La provincia sólo tiene 132.786 hectáreas de monte arbolado, un 22,8% de la superficie total de la provincia. A nivel autonómico, este porcentaje llega a un 32% de media, nueve puntos por encima.

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