El otro bosque junto a Escalona

La construcción de una subestación eléctrica y un tendido de alta tensión ya tiene un impacto irreversible en el paisaje de Sierra Escalona. Para cualquier conocedor de este paraje protegido resulta incomprensible que se esté levantando una infraestructura de esas proporciones -50.000 metros cuadrados entre la Sierra de Pujálvarez y la umbría de Sierra Escalona- en un lugar privilegiado, protegido como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y de especial protección para las aves (ZEPA), que se pudo librar del boom urbanístico y un macrovertedero. Sin embargo, esta obra, promovida por Red Eléctrica, fue declarada de interés general, con lo que se pudieron expropiar los suelos. Su objetivo es dotar de más potencia energética a la desalinizadora de Torrevieja y obtuvo la evaluación de impacto ambiental favorable.

Los grupos escologistas y colectivos vecinales se preguntan por qué el Gobierno tiene previsto desembolsar más de 12 millones de euros en contrucción de paseos en Torrevieja para compensar el impacto ambiental de la desalinizadora en esta ciudad y no ha consignado ni un euro en laminar un impacto tan agresivo en el paisaje y el medio ambiente como el que produce la subestación y tendido, ubicado junto a la zona con mayor densidad de búhos reales de Europa por lo que piden que se subsane.

La desalinizadora de Torrevieja, concebida en su día para producir más de 80 hectómetros cúbicos de agua y que ahora está en marcha a un 40% de su capacidad, necesita más potencia. Y es que para «garbillar el agua» como se dice en la Vega, y retener la sal del mar, es necesaria mucha presión sobre los filtros, lo que se traduce en energía. Ahora, uno de los paisajes más singulares de la comarca, el de bancales de almendro y secano con el pantano de La Pedrera y el bosque de la umbría de Sierra Escalona, se ha visto ocupado por torres de alta tensión que lo cruzan de extremo a extremo y en paralelo a la sierra, desde el límite de Murcia hasta San Miguel y Torrevieja.