Un informe de la jefatura de la Policía Local y de los técnicos de informática del Ayuntamiento de Torrevieja ha señalado que la máquina de fichar y control horario en el acceso a la jefatura de la Policía Local está operativa sin problemas técnicos desde el verano de 2014.
La oposición del PP al gobierno local ha obtenido esta respuesta tras meses de reclamaciones en el pleno tras las declaraciones del alcalde José Manuel Dolón en las que sugería que uno de los motivos del desajuste en la forma de trabajo diaria en el cuerpo policial era el hecho de que la máquina de fichar estuviera estropeada. Una incidencia que era directamente responsabilidad del anterior mandato municipal y de los mandos. El informe indica sin embargo que durante todo este mandato, y un año antes, ese dispositivo para ticar ha estado operativo.
Polémica
El PP ha acusado al alcalde, que es el responsable del área de Seguridad Ciudadana, de mentir en este asunto. La máquina de ticar saltó a la luz pública después de que se difundieran unas imágenes en las que dos agentes parecían manipular los dispositivos para invalidarlos aunque explicaron que lo que estaban intentando era ticar porque la máquina estaba estropeada.
Los mandos interpretaron que este gesto de sus policias, identificados además con quienes seguían reivindicaciones sindicales, era para intentar romper la máquina y llevaron los hechos al juzgado.
Los agentes fueron absueltos porque era imposible aclarar el episodio y además el responsable de la instalación del dispositivo no compareció, pero la difusión de las imágenes procedentes del sistema de videovigilancia interno de la jefatura, supervisado por los mandos, nunca se investigó.
El primer edil dijo además que una parte de los agentes de base nunca ticaban por sistema, e incluso que un grupo de policías ni tan siquiera había aportado sus datos biométricos para poder fichar. Los sindicatos replicaron que muchos agentes se abstienen de ticar, en una situación que ya se ha normalizado, porque la mayor parte de los mandos tampoco lo hacían y por lo tanto no había un control efectivo del horario que realizaban.
