Cánticos religiosos, salves, rezos y, una vez agotado el repertorio, hasta villancicos. Los vecinos que se concentraron ayer en la plaza de España de Callosa de Segura, y que algunos lo hicieron desde la noche del jueves, custodiando la cruz, realizaron ayer una protesta pacífica amparada en todas estas alusiones religiosas para defender el mantenimiento del monumento construido en los años 40 del pasado siglo.

«La cruz ea el elemento más sagrado para los cristianos, es nuestro mayor símbolo y debemos defenderlo». Así expresaba ayer una vecina el motivo que llevó a centenares de personas a concentrarse entorno a la cruz para evitar su traslado. Los vecinos, la gran mayoría de avanzada edad aunque también alguna representación de los más jóvenes, aluden a la cruz como símbolo religioso y reivindican que se mantenga tras haberse eliminado las placas y alusiones a José Antonio Primo de Rivera y al conflicto bélico que motivó la instalación de la cruz a las puertas de la iglesia. Un espacio que el Ayuntamiento defiende como público mientras que la parroquia lo considera de su propiedad y, por tanto, no sujeto a la Ley de Memoria Histórica.

Por eso, todas las acciones de protesta estuvieron vinculadas a la entonación de versos religiosos, pues «la mejor forma de defender a nuestro Dios, es honrándolo», apuntó otro de los concentrados. Los manifestantes cerraron filas más enérgicamente cuando la Policía comenzó a instaurar las vallas para cerrar y desalojar la plaza, una acción que quedó en un mero gesto que no se culminó por la presión vecinal. En la localidad, la opinión está dividida, pues además de los concentrados para pedir la retirada de la cruz se acercó gente que dijo: «Somos la mayoría. Aquí hay apenas unos cientos de los miles de callosinos que queremos que se retire». Esta polémica se trasladaron ayer a las redes sociales con comentarios de todo tipo.