Las cañas que cubren cauces de ríos, ramblas y humedales de la provincia de Alicante no siempre han estado ahí. O por lo menos no de la forma en la que cubren ahora cada centímetro de esos espacios naturales. Son invasivas y evitan que el bosque de ribera, antes habitual en esos parajes, crezca. La Asociación de Naturalista del Sureste (ANSE) comenzó hace unos años a llevar a cabo proyectos de erradicación de las cañas y sustitución y recuperación de especies autóctonas a lo largo del río Segura. Ahora, por primera vez en la provincia, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha autorizado un tratamiento similar para el caso de una rambla. ANSE ha logrado poner en marcha este proyecto pionero con una ayuda de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Transición Ecológica. En este caso para un tramo de la rambla de La Fayona, en el término municipal torrevejense.

Un cauce muy poco conocido por los torrevejenses -es lo más parecido a su propio río- que nace de la confluencia de varios barrancos en San Miguel de Salinas, cuenta con un venero de agua dulce en su cabecera, y desemboca, con episodios de lluvia, en la laguna salinera. El martes comenzaron los trabajos desbroce a lo largo de 250 metros del trazado de la rambla con una máquina retroexcavadora. En total se va a actuar sobre nueve mil metros cuadrados entre la carretera de La Marquesa y la autovía . Esos cortes se realizarán de forma periódica. En los espacios que queden libres se van plantar hileras de taray y adelfas (baladre). La idea es que la sombra de esas nuevas especies vegetales impida el crecimiento de las cañas.

Si esta experiencia funciona podría extenderse a otros tramos de esta rambla-río que pasa desapercibida para los conductores y es impenetrable entre el cañaveral. Que no siempre fue tan invasivo -forma parte del paisaje peninsular desde la época islámica-. Su actual proliferación está relacionada con varios factores: el abandono de su uso tradicional en la agricultura y los trabajos del campo; la desaparición a mediados del siglo pasado del bosque de ribera como combustible y que impedía su expansión y la resistencia de la caña-si se corta sobrevive porque el rizoma que la hace crecer de nuevo está bajo tierra. Este manto verde genera un problema de «embudo» cuando se producen lluvias torrenciales. Deja pasar el agua limpia, pero no los sólidos flotantes, como los plásticos, lo que provoca un peligroso efecto barrera. Hasta la fecha la CHS se ha limitado a realizar este desbroce de forma esporádica. Una intervención que deja «limpio» el cauce pero que paradójicamente impulsa un crecimiento más rápido de la misma especie sin otras medidas.

La Fundación Biodiversidad ha respaldado la iniciativa además de la singularidad de que se desarrolle en una rambla porque La Fayona se configura como un corredor ecológico de varios kilómetros, un auténtico pasillo ambiental en un entorno tan urbanizado, que une la Sierra de Escalona y el parque natural de las lagunas de Torrevieja y La Mata. Propuesta que ha contado con el apoyo expreso de la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Torrevieja.