Adaptarse o morir. Redován optó ya hace un tiempo por lo primero. Con escasa industria y la crisis agrícola y ganadera este municipio de la Vega Baja ha conseguido sacar filón a su principal recurso natural: su sierra. Cada día decenas de escaladores de todo el país acuden a la sierra de Redován para practicar su deporte de aventura favorito y se multiplican durante los fines de semana. La dificultad de algunos tramos, con numerosos accidentes en su haber (que ha aumentado la fama de esta sierra) unido a la inauguración de la vía ferrata más grande de la Comunidad Valenciana (y en proyecto la más larga del país) atraen a un tipo de turista muy específico pero al que se ha sabido adaptar, y muy bien, la economía del municipio que se estima que ha crecido un 20% en los últimos años. Va en consonancia con el incremento experimentado de visitantes al municipio, más de un 40% desde que se inauguró la vía ferrata. Porcentajes a tener en cuenta. «Redován tiene aquí un diamante en bruto y hay que saber aprovecharlo para dar riqueza y nombre al municipio», señala el concejal de Deportes, Ramón López Escarabajal.
Alrededor de este aumento de aficionados a los deportes de montaña han prosperado varios negocios que se han apuntado a este filón. En el municipio ya hay dos nuevas empresas dedicadas exclusivamente al alquiler de material para escalar y que, entre sus servicios, cuentan con monitores para acompañar a grupos a hacer la vía ferrata o los senderos de la ladera de la montaña. Uno de esos empresarios es Pedro Hernández. La facturación de su empresa va en aumento cada mes. Este experimentado escalador redovanense, que ha recorrido el mundo y ha hecho varios ochomiles, asegura que la sierra de Redován «es de las mejores escuelas del mundo por lo bien preparada que está para que escalen los principiantes». Son ya más de 200 las vías de escalada en el circuito instalado en la cantera y la vía ferrata de Redován, que recibe cada fin de semana a centenares de amantes de la montaña.
Además, del turismo de montaña se aprovechan también los bares, restaurantes y comercios del municipio que los fines de semana suelen llenarse con visitantes de media España y hasta europeos atraídos por la fama que se ha creado este pequeño municipio de la Vega Baja. Lo sabe bien Fermín Martínez, un hostelero que ha convertido su bar «Marijose» en un auténtico santuario de la montaña redovanense y la escalada. En sus paredes cuelgan mapas de todas las vías abiertas para escalar en el municipio y fotografías de los lugares más emblemáticos como el Rut o la Pancha, auténticos mitos ya para los escaladores. Mientras se apoya en una columna decorada, de arriba a abajo, con una impresionante foto de escaladores en la vía ferrata, comenta que «aquí viene gente de toda Europa y, por supuesto, de toda España, es bestial lo que le ha dado al pueblo de gente desde que abrieron la vía ferrata el 15 de agosto».
Turistas que dejan sus mensajes de recuerdo en el libro que guarda, como oro en paño, en una esquina de su establecimiento. «Vienen a comer aquí los calamares o les hacemos bocadillos y muchos preguntan por la carnicería, la panadería o el supermercado; le ha dado mucha vida al pueblo y al comercio», indica orgulloso.
Clima
El buen clima es fundamental para que el municipio haya logrado convertirse en un punto de referencia para los escaladores. «Cuando en otros puntos del país está nevando en las montañas, aquí disfrutamos de un clima muy bueno; incluso, en el Rut hay un microclima, porque hace un recoveco, y habrá de media entre 22 y 25 grados por lo que puede escalar la gente hasta en invierno, cosa que no se puede hacer en otras parte de España», explica López Escarabajal.
La preparación del municipio para ese «diamante en bruto» que tiene se completa con un albergue para 80 personas que está actualmente en proceso para licitarse. Cuenta con una piscina de verano también. No obstante, los escaladores pueden hacer uso de él «porque les damos las llaves cuando nos lo piden llamando al Ayuntamiento y pueden así pernoctar pegados a la sierra», cuenta el edil.
Para los responsables del Ayuntamiento la inversión que se ha hecho en la sierra para adaptarla a los deportes de montaña «es el dinero mejor invertido, porque ha repercutido como nunca antes en los negocios de Redován al atraer al mayor número de turistas de su historia, y por eso estamos muy contentos», señala Ramón López Escarabajal. La importancia y el cariño que sus habitantes tienen a su sierra es tal que hay dos clubes relacionados con el montañismo como son el Club Alpino y el Club Montaña Redován, con una buena cantidad de socios.
Vía de 1 kilómetro
Sus escarpadas montañas y la verticalidad de las mismas se han hecho famosas entre los escaladores que buscan esa dosis de dificultad unida a la del riesgo. Su vía ferrata, con 700 metros de recorrido y 200 de sendero, ya se ha quedado corta. El Ayuntamiento proyecta aumentar tanto el recorrido como el nivel para convertir a esa vía ferrata en la más grande de España con un recorrido que superaría el kilómetro.
El Ayuntamiento de Redován ha encargado la memoria técnica a la misma empresa que diseñó la actual vía ferrata (Via Libre), una de las principales del país en este sector a la que la avalan trabajos como los realizados en el conocido Caminito del Rey en Málaga. La intención es ampliar el actual recorrido, de 700 metros, en más de 300 superando un desnivel en torno a los 200 metros de altura para implantar una vía ferrata de nivel K6, el más alto, que se complementaría con los tramos existentes de K2 (300 metros) y K4 (330 metros). Así, el recorrido sería de más de un kilómetro más los 200 metros de senderos construidos con tres niveles diferentes, lo que la hará única y una de las tres más importantes del país.
La vía ferrata es una ruta por la cual se puede escalar a una cumbre montañosa rocosa o hacer una travesía por la misma con ayuda de instalaciones artificiales de acero y otros materiales como escalerillas, puentes colgantes, barandillas o tirolinas. La actual vía ferrata de Redován cuenta con 4 puentes colgantes y con el llamado « juego de la bisagra» que es un elemento único en España en vías ferratas que te deja a 90 metros de altura y separado de la pared. El nuevo proyecto contempla 5 puentes tibetanos (tres cuerdas entrelazadas, dos paralelas para ambas manos y otra, inferior, para los pies) y una tirolina para conectar el tramo de K2, el familiar, con el deportivo de K4, lo que lo hará más atractivo para los experimentados montañeros.
De esta manera se pretende aprovechar al máximo la riqueza natural de la montaña de Redován y hacerla aún más atractiva para los amantes del turismo de aventura y para los que les gusta el contacto con la naturaleza. La vía ferrata se sitúa en la zona de los «Cortaos» y junto a las paredes de la escuela de escalada de la población, un impresionante frente rocoso coronado por el Pico del Águila, hasta donde llegaría la vía ferrata. Todo para aumentar, aún más si cabe, la leyenda del pueblo que vive de su sierra.
