Ni siete meses ha durado en el cargo el Director General de Urbanismo Obras y Servicios de Torrevieja nombrado «a dedo» por el alcalde de la ciudad, Eduardo Dolón, para desbloquear los asuntos atascados, incluso desde hace años, en el Consistorio. El arquitecto Víctor Costa ha presentado su dimisión y ha pedido volver a la Comisión de Servicios que tenía en Orihuela. Su dimisión ha pillado por sorpresa incluso al propio regidor, quien le fichó como una apuesta suya con un sueldo de 100.000 euros anuales. Su marcha se ha sabido gracias a la administración electrónica que registraba la «solicitud de cambio de trabajo» hecha el domingo a las 13.27 horas.
Aunque no han transcendido las razones de su decisión de dimitir como Director General de Urbanismo, Obras y Servicios, fuentes municipales señalaron a este diario que lleva semanas aguantando «presiones» por parte de algunos de sus compañeros y otros funcionarios que han podido considerar que usurpaba sus funciones. La creación de estos puestos está amparada en la legislación de ciudades de Gran Población. Una figura situada entre el cargo de funcionario de alto rango y el asesor y que se ha puesto por encima de los jefes de departamento. Estaba enfrentado a la mayor parte de la cúpula funcionarial del Ayuntamiento. Eduardo Dolón delegó en él en abril 15 competencias que hasta entonces resolvía el regidor, lo que da cuenta del poder que tenía en el Consistorio.
Costa, en estos escasos meses en el cargo, se hizo responsable con su firma de la colocación de señalizaciones para prohibir aparcar las caravanas o del decreto del alcalde para reubicar la playa canina, lo que pone de manifiesto la importancia de esta figura para desbloquear asuntos que, de otro modo, seguirían enquistados. El arquitecto también formaba parte de la mesa de contratación de las basuras de 400 millones de euros, que está en valoración por parte de la mesa técnica.
