Un semáforo a cada lado de la calle y otro para peatones acaban con un punto negro de tráfico en Torrevieja por el gran tránsito peatonal que hay en la zona, que provoca, sobre todo en época estival, enormes retenciones en la salida del puerto por la dificultad que tienen los vehículos para atravesar el paso de cebra que une los paseos de La Libertad y Juan Aparicio, debido al incesante trasiego de personas. El Ayuntamiento regula con semáforos la zona más concurrida de la ciudad, principalmente en verano, donde miles de personas cruzan cada día la intersección de los dos conocidos paseos.
Los conflictos entre peatones y conductores son continuos, principalmente por las tardes y noches, cuando más concurridos están los paseos. Los peatones cruzan y forman grandes colas de vehículos que salen de la zona portuaria, de los locales de ocio de Marina Salinas y del aparcamiento del puerto. A veces, las retenciones llegan hasta el paseo Vista Alegre, a varias decenas de metros de allí. La paciencia de los conductores en ocasiones se acaban y al hacer amago de arrancar se producen los reproches por parte de los peatones. De esta manera, todos tendrán su tiempo para cruzar la intersección.
Está prevista la instalación de otro punto semafórico frente al Casino y que da acceso al puerto, donde se da el mismo problema de tráfico. Estos semáforos llegan con varios años de retraso. El Ayuntamiento de Torrevieja , en el mandato anterior que dirigió José Manuel Dolón (Los Verdes), anunció la regulación con puntos semafóricos de los dos accesos con vehículos con los que cuenta el puerto desde el centro de la ciudad. El que desemboca en la calle Joaquín Chapaprieta, junto a la plaza de Waldo Calero y el situado en la confluencia del paseo de La Libertad con el paseo Juan Aparicio. Era la solución ante los constantes problemas de circulación de vehículos que entran y salen del recinto portuario, en especial en verano por el constante paso de peatones por los paseos. Sin embargo, el contrato de mantenimiento de los semáforos, que incluía como mejoras los nuevos puntos semafóricos, se retrasó nada menos que tres años y no se adjudicó hasta junio de 2019, ya con el nuevo gobierno del PP que se encontró con la adjudicación prácticamente ultimada.
El mantenimiento de los 43 cruces semafóricos con los que cuenta la ciudad -con una media de cinco semáforos cada uno- la asumió la empresa Murciana de Tráfico, por 356.000 euros por cuatro años. Los técnicos validaron su oferta con una baja del 43% sobre el precio de licitación inicial, y contemplaba una mejora relevante: la ubicación de tres nuevos puntos semafóricos en cruces que han generado muchos problemas de tráfico en los últimos años. Es el caso del cruce de las calles Gabriel Miró con San Policarpo, donde se modifica la preferencia de paso, la regulación de la pequeña rotonda de acceso al aparcamiento del puerto en el cruce de la intersección de Joaquín Chapaprieta con el paseo Vistalegre, a la altura del Casino, y un nuevo cruce semafórico en el Hombre del Mar, en la intersección entre el paseo Juan Aparicio y el acceso al dique de Levante, que es la primera actuación que ha iniciado la empresa que se hizo con el contrato de mantenimiento de los semáforos en Torrevieja.
Certificaciones
Sin embargo, ante la tardanza en poner en marcha los nuevos semáforos, el Ayuntamiento decidió retener y no pagar a la empresa las certificaciones mensuales, una medida de presión que parece haber funcionado. La adjudicataria ya ha instalado los semáforos de la intersección de los dos paseos y ahora hará lo propio con los otros dos puntos. El edil de Seguridad, Federico Alarcón, anuncia que «una vez instalen todos los semáforos comprometidos, vamos a pedir la ampliación a otros puntos de la ciudad donde consideramos necesaria la regulación del tráfico con semáforos». «Si hubiera cumplido la adjudicataria con el pliego, los semáforos llevarían meses, pero se escudó en que no tenía una empresa que le hiciera la obra civil, y después vino la crisis de la pandemia del covid-19», indicó Alarcón. La empresa también ha cumplido recientemente con su repintado de color azul.
La instalación de los semáforos para regular el tráfico, tanto en la intersección de los paseos Juan Aparicio y Libertad como frente al Casino, evitarán a la Policía Local tener que destinar prácticamente todas las tardes y noches a una patrulla para regular el tráfico rodado en las épocas de mayor afluencia turística en la ciudad. «Todos los días tiene que haber uno o dos agentes y así los vamos a poder destinar a otras necesidades, como, por ejemplo, evitar la presencia de manteros en los paseos».
Próximamente también se instalará un semáforo en el peligroso cruce de la calle San Policarpo con Gabriel Miró, donde son habituales los accidentes, en algunas ocasiones con consecuencias graves.
