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Orihuela, una ciudad «desportillada»

ORIHUELA, UNA CIUDAD «DESPORTILLADA»

Recordarán los más veteranos, y de esto no hace tanto, que en muchas de nuestras casas no había más remedio que seguir utilizando los platos, tazas o fuentes «desportillados». Los materiales con los que se fabricaban estas vajillas no eran de la calidad de los actuales y resultaba muy costoso reemplazarlos. Pequeños golpes producían descascarillados que, irremediablemente, se iban ennegreciendo con el tiempo al haber perdido la capa superior lisa. Esta porosidad que afloraba absorbía y fijaba suciedad y se manifestaba con un cambio de color. Pero muchas economías domesticas no eran capaces de tirar a la basura la pieza descascarilladla para suplirla por otra nueva. No se lo podían permitir. Luego vino el Duralex, la porcelana y la economía de escala en la fabricación, el mejoramiento del nivel de vida y el incremento de los ingresos familiares, que permitieron renovar muchos enseres y menajes de los hogares y entre estos las vajillas que a diario se usaban. Por lo que las piezas «desportilladas» fueron paulatinamente desechadas.

Ahora les pido un ejercicio de imaginación y que visualicen uno de los mejores menús gastronómicos que hayan conocido, de esos que preparan acreditados chefs. Imaginen que este alimento prodigio de la mejor cocina se lo sirven en un plato «descascarillado». ¿Cuál sería su reacción o de cualquier comensal? Seguramente de rechazo. O pensarían: qué oportunidad más baldía se ha perdido el gran chef al servirlo en este desagradable plato. Siguiendo este paralelismo, Orihuela está en una situación de similares características.

Un gran menú que han cocinado sus gentes durante muchas generaciones (monumentos arquitectónicos, museos, historia, cultura, magnificas Tradiciones como su Semana Santa, arte, literatura, naturaleza, etc.), está servido en un plato «desportillado».

Orihuela tiene una preciosa Catedral (BIC, Bien de Interés Cultural) junto a un excelente Museo de Arte Sacro, Palacios Solariegos como los del Marqués de Rafal y el de Pinohermoso. Un gran menú de arte, historia, arquitectura, pintura… servido en un entorno deprimido como es la Calle Mayor. Con solares y edificios ruinosos. Servidos en platos «desportillados».

Orihuela tiene Santo Domingo, el Escorial del Levante Español (otro BIC), el monumento histórico y artístico mas importante del sur de la Comunidad con su Universidad, Convento e Iglesia. Acompañado del Rincón Hernandiano con la Fundación, la Casa de Poeta y una bellísima Ermita de la calle Arriba (BLC, Bien de Relevancia Local), donde predicó San Vicente Ferrer y donde se conserva y venera la imagen más antigua de la Virgen de Monserrate. Menú de ubérrima literatura, tradiciones ancestrales, arte, historia y cultura servido en una fuente «desportillada», por viviendas ultrajadas por ocupas, con tomas ilegales de agua y luz, con cultivos de marihuana y edificios en ruinas y solares con todo tipo de fauna indeseable.

Orihuela tiene una calle emblemática que se asemeja a un centro comercial. La que comúnmente llama el oriolano de toda la vida La Corredera. Un buen menú a base de un novísimo Mercadona, imprentas, oficinas, farmacia, óptica, clínica dental, tiendas de primer orden, estudios de arquitectura y edificios de viviendas modernos y cuidados. Servido todo ello en unos platos «descascarillados» por solares abandonados que son fuente de ratas, cucarachas y serpientes, cables de telecomunicaciones que transitan por fachadas en el peor estilo tercermundista, edificios en ruinas que albergan inmundicias y que son foco de insalubridad, pisos pateras donde viven inmigrantes en condiciones infrahumanas, hacinados e incontrolados, con un alto riesgo de contraer el virus y expandirlo en el entorno como si fuera el estallido de una «bomba vírica».

Orihuela tiene una emblemática calle San Juan. La que da nombre a lo que fue el antiguo arrabal de San Juan. Que remata un menú con un postre conventual como es el Monasterio de San Juan de la Penitencia. ¡Qué iglesia tan bonita y con tanta luz natural!. Con tres Salzillos. Y justo enfrente el Palacio del Barón de la Linde, casa solariega, aunque bien es cierto que en estado muy mejorable. Servido este menú de arquitectura, escultura y tradiciones en un platillo «desportillado» por pisos pateras, por un gran supermercados de la droga, solares mal mantenidos y edificios ruinosos.

Para adornar la mesa eche el lector una mirada a las faldas del Monte San Miguel. Esa vetusta Sierra, testigo de tanta historia con su Cant Forat. Este adorno también está «descascarillado» por unos postes eléctricos obsoletos (Iberdrola) y por una conducción de tuberías que va desde Santo Domingo al Seminario, soportada en unos postes de hormigón que hacen daño a la vista (Obispado Orihuela –Alicante).Unos auténticos pegotes, que denigran a la naturaleza.

Si el lector no se cree lo que aquí narramos o desea ampliar datos, le sugerimos que se dé una vuelta por el entorno. También le advertimos que puede correr algún riesgo de seguridad personal, debido a la falta de vigilancia y protección por parte de la Policía, tanto Nacional como Local.

Todo lo aquí comentado puede extrapolarse a otras zonas del Casco Antiguo oriolano. Los mismos o parecidos menús, servidos en los mismos platos y fuentes «DESPORTILLADOS».

No queremos dejar este escrito sin un mensaje de esperanza. Orihuela tiene una potencialidad tremenda para mejorar el nivel de vida de los oriolanos. La resolución de estos problemas es una oportunidad para crear puestos de trabajo, que tanta falta hace a nuestra gente. El trabajo es riqueza y bienestar, pero también es dignidad. Por el momento debemos agitar conciencias. Que cada uno se aplique el cuento y analice y concluya cuáles son sus responsabilidades en este proyecto tan importante que es Orihuela y los oriolanos.

Llegará el momento de agradecer lo bien hecho o censurar lo mal realizado o lo pusilánime y/o espureamente omitido. Todo tendrá su premio o su castigo.

AVACA, como asociación conocedora del entorno, sabe de los problemas que nos trastornan y sabe de soluciones viables y sostenibles. AVACA puede aportar proyectos motores para revitalizar el Barrio. Y lo más importante: AVACA tiene capacidad para ayudar a implantar las soluciones proyectadas, que en definitiva es lo más difícil en el proceso. Para ello, quien lidere el cambio, si es medianamente capaz y bien intencionado, debe saber que debe contar lealmente con AVACA.

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