Prisión para el hombre que provocó una explosión de gas tras amenazar a sus vecinos

La causa se investiga por un delito de daños con explosión, según han indicado fuentes del TSJ de la Comunidad. El acusado se entregó en una farmacia del norte del casco urbano el pasado sábado, 48 horas después de la deflagración: entró en el local, se identificó y pidió expresamente a los farmacéuticos que llamaran a la Guardia Civil.

Supuestamente el hombre había acumulado nueve botellas de butano - que abrió para que se acumulara el gas-, tres de camping gas y latas de gasolina. Sus vecinos aseguran que habían presentado más de medio centenar de denuncias por amenazas. Este hombre de 50 años, con antecedentes penales, enfermedad mental y condena a prisión, aseguraba que iba a hacer saltar por los aires del edificio. Algo que según las mismas fuentes hizo también horas antes de la explosión -lo que por otra parte sirvió para que sus vecinos más inmediatos, los que vivían en la vivienda aledaño que también quedó arrasada, dejaran el piso contiguo antes de la deflagración por recomendación de la Guardia Civil-.

El jueves a las 6.15 de la mañana la explosión produjo un enorme boquete en la primera planta del edificio. Toneladas de escombros y enseres, acumulados por el propietario del piso, terminaron sobre la calzada y también dañar un vehículo. La onda expansiva dañó otras 12 en la primera planta y cuatro en la segunda y destrozó un vehículo de la calle, además de expulsar metralla contra la fachada del edificio de enfrente. Seis familias siguen realojadas por el Ayuntamiento de Torrevieja porque sus viviendas todavía no pueden ser utilizadas.

Tanto los vecinos, Bomberos, Policía Local y Guardia Civil, además del alcalde Eduardo Dolón (PP) calificaron la ausencia de víctimas como un «milagro»: solo dos personas tuvieron que ser atendidas por rasguños y con crisis de ansiedad.