La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica tramita la declaración de las sierras de Orihuela, Callosa de Segura y Crevillent como zonas especiales de conservación (ZEC). De esta manera pretende aprobar las norma de gestión de estos relieves montañosos y de la zona de especial protección para las aves (ZEPA) de su conjunto, llamado sierras del sur de Alicante, así como el estudio ambiental y territorial estratégico, junto con su plan de participación pública y memoria técnica. El Consell ya ha sacado a exposición pública la versión preliminar del proyecto que ampliará la protección de estos relieves montañosos que ocupan 8.691 hectáreas en su totalidad y que ya cuentan con la declaración de lugares de importancia comunitaria (LIC). Estos relieves montañosos albergan numerosa flora endémica y una importante fauna, principalmente de aves rapaces que nidifican en este amplio espacio del sur de la provincia. El ámbito de la norma de gestión, denominada en su conjunto «Sierras del Sur de Alicante», incluye esos tres núcleos montañosos de características similares y una ZEPA, y se extiende sobre nueve municipios repartidos en tres comarcas, la de la Vega Baja (Albatera, Callosa de Segura, Cox, Orihuela y Redován), el Baix Vinalopó (Crevillent) y el Medio Vinalopó (Aspe, Hondón de las Nieves y Hondón de los Frailes). En el caso de la sierra de Orihuela, la ZEC abarca un total de 1.671 hectáreas, 663 en la de Callosa y un total de 5.056 la de Crevillent, lo que suma casi 7.400 hectáreas en lo que se refiere a la zona de especial conservación, y la ZEPA de estas tres sierras ocupa 8.635 hectáreas.

Sierra de Callosa, atravesada por el túnel del AVE. | TONY SEVILLA

En estos espacios hay varias microrreservas de flora. El proyecto técnico destaca que alberga especies vegetales muy vulnerables o en peligro de extinción, como el lechuguino espinoso. Y endemismos que solo se pueden encontrar en el este de la Península Ibérica y norte de África, de ahí la importancia de ampliar su conservación. En el caso de la sierra de Orihuela tiene un relieve aislado en el llano de la Vega Baja, de características muy similares al vecino LIC de la Sierra de Callosa, con la que constituye una unidad geomorfológica y florística, con matorrales arborescentes de Ziziphus, con poca presencia en la Comunidad Valenciana. En cuanto a la sierra de Callosa, tiene un relieve aislado donde destacan los matorrales de Mayteno-Preiplocetum angustifoliae en la que debe ser una de sus localidades más septentrionales. Respecto a la sierra de Crevillent, es un área montañosa de relieve escarpado que alberga vegetación y ambientes característicos del dominio semiárido alicantino, con una buena representación de vegetación gipsícola. Estos relieves montañosos son fundamentales para la nidificación de aves como el águila real, el búho real, el halcón peregrino y el águila perdicera. También hay una pequeña población nidificante de camachuelo trompetero, ave escasa en Europa.

Los conservacionistas han aplaudido este paso más en su protección, con la tramitación como zona ZEC, 20 años después de su declaración como LIC (en 2001). «Se va muy lento, se tenía que haber hecho hace años y cuando estaba el PP en el Consell no movió nada en cuanto a los normas de gestión de estos espacios y ahora se agradece este paso, aunque llega muy tarde», critica Miguel Ángel Pavón, presidente de Amigos de Sierra Escalona y miembro de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante.

Amenazas

El proyecto del Consell incide en los problemas y amenazas a los que se enfrentan las llamadas sierras del sur de Alicante. La prolongada sequía y las elevadas temperaturas de los años hidrológicos 2013-2014 y 2014-2015 supusieron un estrés fisiológico para los pinos, con mortalidades masivas, también afectados por la plaga de tomicus. Otra amenaza son los incendios. Entre 2000 y 2019 se registraron 25 fuegos en estos tres relieves montañosos, el 68% intencionados o por negligencia. También pone el foco en el control de especies exóticas invasoras, los vertederos ilegales y los tendidos eléctricos peligrosos. Para atajar estas amenazas, cifra en 598.473 euros el conjunto de medidas o actuaciones de gestión activa contempladas en las normas de gestión a financiar por el Consell.