La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales ha vuelto a situar, por cuarto año consecutivo, a Torrevieja como una de las ciudades del país con menor inversión social: solo 24,16 euros por habitante. Los municipios a los que el mismo estudio califica de excelentes en esta materia superan los 100 euros por habitante. El informe hecho público se elabora a través de un detallado análisis de los presupuestos que los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes dedican a «Servicios Sociales y Promoción Social», con datos correspondientes al presupuesto liquidado 2019.

Según esta asociación en «analogía con lo que las estadísticas de la Unión Europea consideran la pobreza de las personas (las que obtienen ingresos inferiores al 60% de la media de la renta de las personas del país) «podemos considerar igualmente pobres en Servicios Sociales a aquellos ayuntamientos con un presupuesto inferior al 60% de la mediana de gasto de los Ayuntamientos». Esa media fue de 76,24 euros por habitante y el 60% de esa cifra es de 45,74 euros por habitante. Todavía Torrevieja se queda a la mitad de lo que se consideran unos servicios sociales «pobres», con sus 24 euros por habitante.

Torrevieja, que insiste en repetir en este ranking en las últimas posiciones desde hace cuatro años, esta vez lo hace como tercera ciudad por la cola más «pobre» en inversión social de las 384 con más 20.000 habitantes de España que han presentado liquidación en 2019. La municipio que menos destina a gasto social es Galapagar -20,58 euros por habitante y la penúltima en la lista Caravaca de la Cruz -21 euros. Torrevieja, que cambió de gobierno en 2019, es «reincidente» en este listado y, a juicio de la entidad, «un lamentable ejemplo de persistencia de su Corporación en mantener a sus vecinos privados de unos derechos sociales que legítimamente les corresponden». Por su parte 34 municipios son considerados «excelentes» en inversión social con un gasto social que supera el 10% de su presupuesto no financiero, con un gasto superior a 100 euros por habitante. Como ejemplos: Barcelona, Bilbao, Sevilla o Jaén.