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El plan contra inundaciones de la CHS prevé una inversión de 528 millones hasta 2027

Las actuaciones para afrontar episodios como la DANA de 2019, ahora en exposición pública, plantean soluciones basadas en la naturaleza

Intervención del Ejército en la huerta de la Vega Baja anegada por las aguas en septiembre de 2019. | ALEX DOMÍNGUEZ

La Confederación Hidrográfica de la Segura (CHS) ha anunciado la apertura del periodo de información pública para la revisión y actualización del Plan de Gestión de Riesgo de Inundaciones (PGRI) en la cuenca del Segura con el horizonte 2027. La inversión prevista asciende a 644,07 millones, de los cuales se destinarán 528,67 millones a protección frente inundación. Obras que se plantean con «soluciones basadas en la naturaleza», como corredores verdes o zonas de almacenamiento controlado o «sacrificio». El ámbito de la cuenca abarca buena parte de la provincia de Alicante, toda la Región de Murcia y comarcas de Albacete, Jaén y Almería.

El plan de gestión «es una herramienta», señala el organismo del Ministerio de Transición Ecológica, «fundamental para minimizar los riesgos de inundación y reducir o evitar los daños que las fuertes precipitaciones suelen producir en esta demarcación». La CHS ha establecido un espacio web donde se puede acceder al borrador del plan.

El plazo de consulta es de tres meses y el documento, «esencial» para corregir y gestionar los riesgos de inundaciones en la cuenca, ya se puede consultar en la web del organismo www.chsegura.es. El plan nace de la coordinación previa entre administraciones con competencias en la materia, con una «apuesta mayoritaria de soluciones basadas en la naturaleza como la restauración fluvial, corredores verdes o zonas de almacenamiento controlado y hacer frente a los fenómenos extremos que sufre habitualmente este territorio: con alternancia de periodos de grandes sequías seguidos de episodios de abundantes precipitaciones.

La CHS explica que la DANA en septiembre de 2019 tuvo una mayor intensidad en las Vegas Media y Baja del Segura y a la comarca del Mar Menor, puso de manifiesto la necesidad de seguir avanzando en la mitigación de los principales efectos de las inundaciones. Con este objetivo, entre otras medidas, ya se están realizando estudios por parte de las universidades politécnicas de Cartagena y València para minimizar los riesgos, la mayoría son soluciones verdes. Según la CHS estos planes son fruto del consenso entre administraciones y se revisan cada seis años. Aunque esas previsiones finales han tenido un porcentaje de ejecución a veces muy discreto, como fue el caso del plan defensa contra las avenidas, que dejó pendientes obras como el encauzamiento de la rambla de Abanilla, por la negativa del Ayuntamiento a llevarlo a cabo. Una carencia que causó estragos en la DANA de 2019.

Pero la CHS asegura que este segundo ciclo es bastante más completo que el primero (2016-2021) y está basado en información más actualizada y de mayor detalle. Estas medidas han sido debatidas en diferentes mesas de participación, distribuidas por los territorios que componen la demarcación, «y en las que ha existido una amplia participación». Las actuaciones se han dividido en cuatro grupos: prevención, protección, preparación y recuperación. El más importante por presupuesto (528 millones) y envergadura es el destinado a la protección con líneas de trabajo específicas en coordinación con las Comunidades Autónomas. Según la CHS en la Vega Baja se está trabajando por una estrategia común de Murcia y la Comunidad, y en paralelo, en la zona del mar Menor. De estos trabajos conjuntos se realizaron diversos estudios y ejecución de actuaciones para la laminación de avenidas, tanto en el Campo de Cartagena como en la Vega Baja y el Guadalentín. En paralelo la CHS dedicará un importante esfuerzo al mantenimiento y restauración integral del río Segura, así como la restauración de las ramblas mineras y la laminación de avenidas en algunas ramblas de la Vega Baja y de la comarca del Guadalentín.

En el aspecto de prevención (102,26 millones) se elaborará, entre otras actuaciones, más cartografía de zonas inundables tanto fluviales como costeras y se reforzará la colaboración con institutos de investigación como el CEDEX, el CSIC y el IGME, estableciendo programas de trabajo para el estudio de la influencia del cambio climático en los riesgos de inundaciones.

Una red de radar de última generación para la prevención

El ámbito de la prevención contempla una de las prioridades de AEMET para este ciclo es disponer de una red de observación de radar de última generación con el fin de responder con la máxima precisión posible a las necesidades de predicción de fenómenos meteorológicos extremos. Esta apuesta por la tecnología se aplica también a la información hidrológica con un presupuesto de 13,15 millones de euros.

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