Vivir las fallas por primera vez en Orihuela

El CEIP Los Dolses, en la costa, celebra una cremà en un centro con alumnos de 56 nacionalidades - El colegio de Hurchillo realiza la plantà de una réplica de una falla de 1933, cuando era la fiesta más importante de la ciudad

Cremà de Falla en el CEIP Los Dolses

Tony Sevilla

Loreto Mármol

Loreto Mármol

El CEIP Los Dolses, en Orihuela Costa, ha celebrado por primera vez este año las fallas. La comisión que se encarga de programar las fiestas en el centro escolar, dentro de un claustro en el que la mayoría de los 70 maestros son interinos que proceden de otros puntos de la Comunidad, propuso esta festividad para poner en valor la cultura valenciana en un colegio de casi 700 alumnos de 56 nacionalidades -el 85% del alumnado es extranjero, y solo un 5% tiene los dos padres españoles-.

"Muchos niños no habían visto nunca unas fallas", explica el director, Isaac Bonafé, que añade que ha sido todo un éxito: "Lo han disfrutado mucho, superando nuestras expectativas, por lo que es muy probable que repitamos el año que viene". Incluso, han contado con el apoyo de los bomberos, que han formado parte de la diversión tirando agua.

Los bomberos participan en la fiesta

Los bomberos participan en la fiesta / TONY SEVILLA

Cada clase ha estado varias semanas preparando sus ninots, con una temática escolar, como la de las cinco aulas que aún están en barracones. Así, han hecho con material escolar los muñecos, las sillas y las mesas. Además, desde la asignatura de Música han hecho una mascletà reproduciendo sonidos pirotécnicos con botellas de plástico.

El colegio mantiene cinco barracones

El colegio mantiene cinco barracones / TONY SEVILLA

Toda la comunidad educativa ha participado en la jornada, en la que las familias han visitado el centro para ver los ninots antes de la quema. Con esta actividad, prosigue Bonafé, se han practicado destrezas artísticas en un trabajo multidisciplinar que ha aunado matemáticas, ciencias y lenguaje, entre otras materias.

La plantá de fallas en Orihuela se fue perdiendo, pero hubo un tiempo en el que fue la fiesta más importante. En 1930, se hicieron 20 fallas. Incluso, había un gremio que se dedicaba a ellos durante todo el año. El mismo Miguel Hernández colaboró en 1935 en una falla que se expuso en el paseo de Sagasta. "Mientras el agua enriquece y alegra a la Vega alta estos sedientos de abajo por unas gotas matan... Agua para la Vega Baja o viene la perdición", dejó escrito el poeta en aquel acontecimiento.

Sin embargo, con la Guerra Civil todo aquello se fue perdiendo. Después del conflicto bélico, solo se mantuvo alguna falla en el barrio del Rabaloche.

Precisamente, el colegio de Hurchillo ha rememorado aquella fiesta de los años 30, que por aquel entonces se hacía con motivo de La Reconquista, en julio. El centro educativo, que días atrás nombró a una treintena falleros y falleras, ha expuesto una réplica de la falla de 1933, que representa a una bola del mundo que se va balanceando.

Desfile de falleros por las calles de Hurchillo

Desfile de falleros por las calles de Hurchillo / Información

Así, los alumnos han disfrutado de un día que ha comenzado con la plantà, después se ha celebrado un desfile y pasacalles con banda de música por la pedanía oriolana para finalizar con una mascletà, castillo de fuegos artificiales y la cremá de la falla, a la que han asistido el presidente de la Asociación de Moros y Cristianos, Manolo Ortuño; la Armengola, Ester Hernández Valverde; los embajadores moro y cristiano, José Germán Torres y Fernando López, y el concejal de Festividades, Antonio Sánchez, para rememorar la fiesta más importante que tenía la ciudad en los años 30.

En palabras del director del centro, Joaquín Marzá, "estamos ante una actividad que supone la recuperación de una tradición que fue el eje de la vida social de Orihuela", algo que este pequeño centro educativo viene realizando desde hace 15 años.