Cuando aparece la caspa en los gatos domésticos afloran en sus dueños preguntas y preocupaciones relacionadas con su salud: ¿tendrá mi mishino piel atópica? ¿será cuestión de la alimentación? ¿por qué tiene caspa?

La caspa en los gatos es un problema mucho más frecuente de lo que parece y las razones por las que esta aparece son bastante variadas. La caspa en sí no es más que el desprendimiento de piel muerta que aparece sobre el pelo de nuestro gato en formas de láminas o puntos blancos. Si detectamos que esta piel muerta es bastante abundante debemos consultar directamente con el veterinario, no obstante, a continuación te mostramos una guía de las posibles causas que condicionan, normalmente, la caspa en los gatos.

Alergia

La alergia suele ser una de las principales causas en problemas de piel tanto en humanos como en animales, sin embargo, cuando nuestro gato tiene caspa pocas veces pensamos que pueda ser debido a algún tipo de alergia. Estas alergias pueden ser ambientales o alimentarias, por lo que es necesario que consultes con un veterinario para averiguar el origen y tomar medidas urgentes, como cambiarle el pienso, la arena...

Alimentación

La alimentación y el ejercicio son los pilares fundamentales en la vida de un gato sano: es necesario que tengamos en cuenta que está recibiendo las vitaminas y los ácidos grasos necesarios a través de un pienso y un paté de calidad. La carencia de omega 3 puede derivar en problemas dermatológicos.

Hidratación

Los gatos necesitan tanto hidratación interna como hidratación externa. Estar en ambientes con baja humedad puede resecarles la piel y no beber la suficiente agua también propicia la aparición de caspa. Uno de los objetos que más recomiendan los veterinarios son los bebederos fuente, que “refrigeran” el agua y estimulan las ganas de beber de nuestro gato.

Imagen de un gato.

Estrés

Como ya sabes si tienes un gato, el estrés es uno de los factores que más afectan a estos animales, poco amigos de los cambios y muy dependientes y apegados a sus humanos. El estrés es uno de los principales factores que condicionan el estado del pelaje y piel de nuestro gato.

Parásitos, hongos y enfermedades

Uno de los parásitos que más afectan a los gatos es el ácaro “Cheyletiella”, que aparece sobre su pelaje y da la sensación de una caspa “en movimiento”. No es caspa en ningún caso, sino un parásito. En este grupo también encontramos el ácaro “Demodex”, mucho más agresivo con la piel de nuestro felino, llegando a producir alopecia en ciertas zonas y la aparición de caspa (este es muy poco frecuente en gatos). Los hongos son otro “bicho” a descartar como origen de la caspa en nuestro gato: la dermatofitosis (conocida comúnmente como tiña) aparece como lesiones en la piel de nuestro minino y frecuentemente también con caspa.

Sobrepeso

El sobrepeso puede propiciar que nuestro gato se acicale menos (o no pueda llegar a acicalarse en ciertas zonas de su cuerpo, como el lomo) por lo que acaba sufriendo una acumulación de pelo y caspa. La solución más rápida es un frecuente cepillado, aunque la “definitiva” debe ser siempre la dieta para que nuestro gato pierda peso y pueda acicalarse y limpiarse por sí mismo.

En cualquier caso acudir al veterinario será siempre la primera opción ante la aparición de caspa en el pelaje de nuestro felino (ya sea más o menos frecuente) para obtener el diagnóstico y tratamiento adecuados.