Una de las consecuencias de este confinamiento ha sido, sin duda, la inactividad física y, por consiguiente, el almacenamiento de energía (grasa) en zonas difíciles de manejar, dada su persistencia y tendencia hormonal. Aunque este hecho puede ser molesto y, a veces, problemático, en Silfid te proponen sacarle el máximo partido. La grasa es un recurso valioso que nos permite remodelar nuestra figura sin la necesidad de utilizar materiales protésicos.
Según explica el doctor Juan José Aparicio, jefe de la unidad Silfid de HLA Vistahermosa, «una lipoescultura 3D es una cirugía que se realiza bajo anestesia general». «En ella, aspiramos los depósitos de grasa de regiones como el abdomen, cintura, caderas, espalda etc., realizando un remodelado de la zona, marcando los abdominales y devolviendo esa sensualidad al contorno corporal que tanto deseamos», detalla el cirujano plástico.
El objetivo en estas áreas es conseguir un tronco armónico y natural, evitando marcaciones abdominales exageradas que, en definitiva, se ven falsas por no estar en consonancia con el desarrollo muscular del resto del cuerpo. Una vez extraída, esta grasa es procesada, centrifugada y limpiada, para poder, en la misma intervención, infiltrarla en la zona donde más hagan falta. En la mujer, esta infiltración se suele realizar en el pecho o en la zona glútea para realizar un aumento o retonificación de las mismas, mientras que en los hombres, suelen colocar la grasa a nivel de los hombros (para conseguir un torso en uve) la región alta dorsal o remodelando la zona pectoral. Así, disminuyendo los depósitos de gasa abdominal y de muslo-cadera y remarcando la musculatura del tronco, se logra, en una misma intervención, «resultados espectaculares», los cuales serán duraderos y constantes una vez se haya estabilizado el proceso de integración de la propia grasa y la reducción de la inflamación y edema de las zonas donantes.
«Hay que aclarar que la grasa que infiltramos es siempre del mismo paciente, por lo que no existe un rechazo, pero sí un proceso de absorción y reestructuración que se da en los primeros 2 a 3 meses de la cirugía. Una vez realizada esta, requeriremos de una serie de cuidados que nuestro equipo especializado de seguimiento postoperatorio realizará. Estos incluyen técnicas de drenaje linfático, presoterapia, masajes reafirmasteis y reductores, electroestimulación e INDIBA médico entre otros. Con ello y gracias al esmero y maestría de nuestro equipo quirúrgico conseguimos uno resultados excelentes con este planteamiento quirúrgico de cambio corporal radical y permanente», subraya Aparicio.
La belleza es armonía
En Silfid, creen que la belleza «está en la armonía y equilibrio de las formas, por ello no realizamos aumentos sobredimensionados ni con grasa ni con prótesis. Algo que nos diferencia en el mundo de la cirugía estética es que primamos la satisfacción de nuestros pacientes y su bienestar a cualquier otra consideración. Por ello en nuestra búsqueda de la perfección en las cirugías, no nos basamos en el uso de un aparato de moda u otro, o en la realización de una única técnica para todos los casos», indica el doctor.
«Creemos en personalizar los tratamientos, en seguir a nuestros pacientes durante todo el proceso de planificación y recuperación, en asesorarlos desde el punto de vista médico, nutricional y de actividad física, con el único objetivo de que cada paciente pueda conseguir los objetivos médicos, estéticos y de salud que se ha planteado, de una forma segura y duradera», añade el responsable de la unidad Silfid, Juan José Aparicio Alcázar.
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