La gente tenía muchas ganas. Ayer era el primer fin de semana desde el 21 de enero que la hostelería podía hacer uso de sus terrazas, y éstas lograron un lleno absoluto en Alicante; en varios puntos del centro se llegaron a formar colas para hacerse con una mesa al aire libre. El levantamiento del cierre perimetral que mantenía la ciudad blindada desde los viernes hasta los lunes, permitió además la visita de vecinos de los municipios más cercanos.